En esta entrada resumimos un documento
sobre la guerra de la Convención en Baztan que se encuentra en el archivo
municipal del Valle y que fue recogido por José María
Uriarte Ballarena para su publicación integra en el número 645 de Euskonews del
año 2012, pudiendo descargarse de Internet.
En el archivo municipal de Baztan, en la caja 245, se encuentran documentos
que cuentan el relato de lo ocurrido en el Valle y en Amaiur durante la guerra
de Convención francesa (1793 – 1795). Se calcula que por efectos directos de
esta guerra y sus consecuencias, en la población del Valle unas dos mil
personas murieron o desaparecieron. El 24 de julio de 1794, será recordado como
aquel día en el que los franceses y baigorrianos, atacando a través de los
puertos de Otsondo, Izpegi y Berderiz conquistaron y ocasionaron la mayoría de
las víctimas entre los vecinos del Valle de Baztan y el ejército español.
A continuación un resumen de los hechos más destacados en los documentos:
El Valle y Universidad de Baztan, luego que entendió, que una de las
máximas de las revoluciones intestinas de la Francia, era la de aniquilar
nuestra sagrada religión, de pervertir a ellas a otros reinos, y destruir sus
gobiernos particulares, y políticos, conoció que de estos principios no
dejarían de resultar grandes males, y especialmente, que llevando adelante sus
perversos intentos no se dilataría mucho el rompimiento con la España……
Para ello alistó toda su gente desde la edad de 17 años, hasta la de 56, y
en seguida la habilitó de armas, y municiones, para que estuviese pronta, y
dispuesta para siempre que fuese preciso hacer uso efectivo de ellas, y para el
mas arreglado, puntual, y cumplido servicio de S,M. y defensa de la patria ,
procedió por el mes de noviembre de 1792 , a la formación de un batallón,
compuesto de 8 compañías de a 95 hombres, entresacando de los más robustos, y
ágiles, de los comprendidos en la lista general, con su correspondiente
oficialidad de coronel, teniente coronel, y de sargento mayor, cuyos empleos,
conforme a sus privilegios, y usos antiguos tocaron por sus cargos al alcalde,
y sus dos tenientes capitanes, tenientes, subtenientes, sargentos, y cabos.
Sin verificarse la declaración de la guerra, nos dieron los franceses un
ataque por la parte de los Alduides el día 3 de marzo de 1793, que es el en que
tuvieron principio las hostilidades, pero se les rechazó sin dejar adelantarse,
y desde entonces, las mencionadas ocho compañías, juntamente con la corta tropa
que arribó al Valle, defendieron su dilatada frontera..
Desde entonces hasta el día 24 de julio de 1794, mantuvo el valle a su
costa, sin el menor gravamen del Real Erario, a toda su gente empleada,
gastando de sus propios, inmensa cantidad, y lo mismo hizo la villa de Maya con
la suya. Aunque el Valle, y la villa, se defendieron en el modo referido, sin
dejar al enemigo, a invadir sus pueblos, padecieron sin embargo sus vecinos
muchísimo perjuicio, por el considerable número de ganado de todo género, que
les apresó, introduciéndose a ese fin en sus dilatados montes, cuadrillas de
gente de pésima conducta, que abundaban los pueblos inmediatos del País
Vascongado, yse echaron desenfrenadamente al robo, y pillaje, en cuyas
operaciones se distinguieron los baigorrianos, como lo acostumbraban también en
tiempo de paz.
No fue solo el daño insinuado el que experimentaron en la frontera, sino
que también padecieron en el centro otros muy considerables, causados por
nuestra propia tropa, y por el paisanaje que vino de la Ribera, y otras partes
de lo interior del Reino, pues con mucho abandono, y libertad, usaron
desaprovechamiento de cantidad de todo género de ganado, matándolo, así
públicamente, como a privados, y lo mismo hicieron de los frutos, y
producciones de las heredades, huertas, y árboles, y no menos exceso cometieron
los soldados de a caballo, y los criados, y asistentes de los oficiales, en los
funerales, o prados, cortando la hierba, y gastándola en parte de la manutención
de sus caballerías, y demás caballerías, ahorrando por este medio las raciones
de cebada, que les daba el Rey, la cual casi públicamente vendían a
particulares.
No es tampoco lo más lo relacionado hasta aquí lo que han padecido el Valle
de Baztan, y la villa de Maya pues habiendo sido atacados por los enemigos la
madrugada del dicho día 24 de Julio de 1794, desde luego ocuparon la dicha
villa, y los Lugares de Errazu, y Arizcun, de modo que de estos tres pueblos,
con el castillo del primero, estaban apoderados para las seis de la mañana, sin
que se les hiciese más resistencia, que una muy corta, entre Arizcun y Errazu,
después de ella no se trató más que de la fuga, trayendo los de la tropa en sus
bocas la voz regular, y corriente en todo el tiempo de la guerra.
No se sabía con qué gente se nos atacó el dicho día 24 de julio, pero según
las noticias que posteriormente adquirimos, por diferentes conductos, no era
tanta que no se le pudiese resistir, pues además de los puestos ventajosos con
que nos favorecía el terreno en varias partes, había en el valle, y en Maya
pasados de nueve mil hombres, cuya cuenta se sacó por las raciones que
diariamente se gastaban, Los franceses para las ocho de la referida mañana,
enseguida ocuparon los pueblos de Elvetea, y Elizondo.
Los primeros pueblos, que experimentaron los efectos de la guerra, fueron
los de Urdax, y Zugarramurdi. El primero de los dos fue invadido, ocupado,
saqueado, y quemado por entero, con inclusión del Real Monasterio su parroquia
de San Salvador, sus herrerías de labrar fierro, y molinos harineros, en el mes
de septiembre del 1793. Poco después les siguió igual suerte al segundo,
exceptuando una porción alta de casas que quedaron libres del incendio, y los
vecinos, y moradores de ambos emigraron, y se refugiaron, en la mayor parte, en
Maya, Baztan, y Cinco Villas.
El terror, que la Convención francesa ocasionó en aquel Reino, con su jamás
oída crueldad de aprisionar, y matar con la guillotina a millares, toda suerte
de personas, empezando de las cabezas principales del Rey, y de la Reina,
precisó ampararse en España, y en otras provincias, a muchísimas, y de ellas
quedaron en Baztan a los principios, en bastante número, y después se les hizo
internar en cumplimiento de las órdenes de nuestro soberano.
En consecuencia de una de las condiciones puestas por el dicho general en
jefe, tomaron luego los aldudeanos, parte activa en las hostilidades contra sus
compatriotas antiguos los franceses, formando para el mejor, y más puntual
servicio de S.M. y defensa de sus hogares, una compañía, o batallón, compuesto
de los hombres capaces de manejar la arma, el que posteriormente se realizó con
mayor formalidad con el nombre de los voluntarios de Alduide.
Estando las cosas en el estado que se lleva expresado, el día 3 de Junio de
1794 dieron los enemigos un ataque formidable, en un mismo día, y hora, con el
que consiguieron apoderarse del pueblo de Alduide, y de los puntos de Verderiz,
Istauz, Elorrieta, Izpegui, Buztancelay, Larzabal, Ariete, y de las alturas de
hacia Maya, haciendo varios prisioneros de la tropa, y del paisanaje, y
cogiendo algunos efectos, entre cuyos prisioneros se llevaron la mayor parte de
la oficialidad, y soldados del Regimiento de Infantería de Zamora, que a la
sazón estaba en Verderiz, y sus proximidades.
Desde que los franceses estaban en posesión de las alturas (que como se ha
dicho las tomaron el día 3 de Junio de 1794) hasta el 24 de julio, que fue el
del ataque, y ocupación del valle, hubo diferentes choques, o funciones, de las
cuales, las principales fueron, dos, o, tres, en las cercanías de la ermita de
San Gregorio, en los días subsiguientes al mencionado 3 de junio: en el mismo
tiempo otras, en el monte de Larro, y a la parte opuesta de Santa Bárbara, que
son derecha, e Izquierda de la villa, y castillo de Maya, y aunque también por
el frente de este se presentaron enemigos, el fuego de los cuatro cañones del
dicho castillo, los dispersaron, y acometieron, como queda dicho, por los
flancos con el conocido designio de apoderarse de esa fortaleza, y de la villa,
lo que no lograron por haber sido rechazados, matándoles alguna gente.
El día 10 de dicho mes de julio, estando a la sazón la Legión Real de los
emigrados franceses apostada o guarneciendo el puesto llamado Arguinzu, fue
sorprendida muy de madrugada por los enemigos, con tanto furor, que la
destrozaron en mucha parte, perdiendo entre prisioneros, y muertos, más de cien
hombres, y balidos aquellos de la muchedumbre, dispersándose por aquellos
montes dilatados, cogieron, y llevaron mucho número de ganado de Baztan,
yeguas, ovejas, cabras y cerdos, en cuya pérdida, fueron comprendidos
principalmente los vecinos del lugar de Irurita.
Cuando los franceses se apoderaron de las alturas el dicho día 3 de Junio
de 94, estaba mandando en el Valle de Baztan, y línea del centro, el teniente
general Don Josef de Urrutia, en cuyo mando subsistía desde mucho antes por
haber sucedido al sobre dicho Don Juan Gil, que se retiró por una
indisposición, y subsistía también cuando el ataque del 24 de Julio.
Los hechos relacionados, y la retirada, o fuga extraordinaria de nuestro
ejército, hasta el lugar de Almandoz, sin reunirse siquiera en Irurita, o
Zuraurre como fácilmente, y sin ningún peligro pudo, como con repetición queda
antes advertido, agregándose la disposición en que veían, de continuar también
mas adelante su marcha, dieron fundamento a los patriotas, y a otros muchos de
fuera, para sospechar, y confirmarse, que algún impulso oculto, era el origen
del abandono del Valle.
En este viaje, la noche del 23 al 24 de julio, se hallaba en Elizondo, y
con la novedad de la mañana de este último día, se retiró a Almandoz, después
de expedir sus órdenes al general Urrutia, para que obrase, según los
conocimientos militares que tenía adquiridos en su larga estancia, las que no
causaron otro efecto, que el de seguir también todo el ejército, hasta el dicho
pueblo de Almandoz, dejando a discreción del enemigo todo el valle, y los
inmensos vienes de sus naturales.
Este es el estado sustancial en que se hallaban las cosas el expresado día
24 de Julio de 1794, pero el ataque, y ocupación del Valle de Baztan, y villa
de Maya, proporción a los franceses la continuación de sus progresos. Y visto
que nuestro ejército se retiró a Almandoz, y de allí a la banda de acá de los
montes de Velate; una parte de su gente despacharon por las montañas en el
mismo día, hacia Vera, y con las demás, en los siguientes, ocuparon los valles
de Vertizarana, Santesteban de Lerin, y otros diferentes de su contorno.
La enunciada villa de Vera, por la cara o lado que mira a Francia, estaba
defendida con fuertes Baterías, y cantidad de tropa, y no podían los enemigos
penetrar, pero con el dicho refuerzo, acometiendo por la espalda lograron
también luego su conquista, como se ha dicho, el referido día 25 de julio, y
enseguida la de las cuatro villas restantes de Echalar, Lesaca, Yanci, y
Aranaz, apoderándose al mismo tiempo de gran porción de artillería, y cantidad
de municiones de guerra, y boca, con cuyo hecho quedaron así a buena discreción
del enemigo, las maderas que estaban conducidas, en los años pasados, a las
márgenes del río Bidasoa, de los valles de Ulzama y otros de este Reino, para
la Real Armada de S.M., que así bien era muy considerable.
Conseguida la ocupación de los mencionados pueblos, se dirigieron a sobre
Irún, a cuyo pueblo, baterías, y fuertes, con que estaba guarnecido, atacaron
con tanta fuerza, por su frente, y costados, que dentro de algunos días
lograron igualmente su rendición, cogiendo mucha parte de la inmensa artillería
que lo defendía, y los almacenes que había de todo género; lo mismo ejecutaron
con la ciudad de Fuenterrabía, y otros diferentes pueblos de la provincia de
Guipúzcoa, hasta Tolosa, Azpeitia, y Azcoitia inclusive; todos ellos tomaron en
fuerza de armas, pero la ciudad de San Sebastián, cabeza, o capital de la misma
provincia, se les entregó.
Desde los principios de la guerra, hasta el dicho día 24 de julio del 94,
han sido muertos por los enemigos diferentes vecinos, y naturales del Valle, y
de la villa de Maya: el primero que le tocó la suerte fue Thomas de Argain,
vecino de Almandoz, que fue muerto de bala, en el monte de Arguibel, antes que
Alduide se sometiese a la dominación española. El día del ataque de la Banca
murió o le mataron, a Isidro de Aldalurra, vecino de Zuaztoy en
Azpilicueta.
Algún tiempo antes de dicho día 24 de julio mataron a Juan Martín de
Iribarren, vecino de Maya: Thomas de Baquedano, vecino de Errazu, poco antes o
después tuvo igual suerte. El mismo día 24 de Julio, fueron muertos Juan, y
Pedro Josef Linzuain Miguelicorena, padre e hijo, dueños de Salaberria de
Errazu, Juan Thomas de Latadi, dueño de Echetoa de Oronoz: Francisco, alias
Ezpain de Arraioz, y Juana Maria de Arguinarena, dueña de Dorrarena de la
Banca, fueron prisioneros Jaime de Larrachea, Juan Josef de Elizalde, Juan de
Plaza, Juan Bautista de Barreneche, Fermín de Urdaniz, Juan Miguel de
Mortalena, y Josef de Irungaray, todos de Lecaroz. Juan Francisco de Yturralde
vecino de Arraioz, un hijo de la casa de Gamiochipia de Irurita. El casero de
la casa de Archeberrorena de Elizondo, el criado de la casa de Margaritarena
del mismo, y el de la de Gaztelua de Elvetea, que todos iban de bagaje el
expresado día, conduciendo las municiones, cuyos Prisioneros, que en todo
componían doce hombres, fueron canjeados cosa de tres meses después, con otros
tantos baigorrianos, que nosotros teníamos en la misma calidad de prisioneros.
Subsistían en el día en Francia los tres mozos de Errazu, cogidos cuando la sorpresa
del reducto de Larzabal, y son los hijos de Yturraldea, Mariscorena, y
Echeberria de Gorostapolo, y dos pastores del mismo pueblo, que antes llevaron
los franceses.
El día 3 de Junio de 94 en que atacaron los enemigos, y recobraron a
Verderiz nos llevaron a León Pélope de Maritorena, Juan de Nicolaurena y a Juan
Bautisa de Inda, vecino y naturales de Lecaroz, un habitante de Elizondo
llamado Diego, un hijo de la casa de Jaimerena del mismo lugar, uno de Oronoz,
con otros tres más, dos de ellos del mismo pueblo, y el tercero ignoro de cual.
Y el dicho día 24 de julio llevaron de las avanzadas al dueño de la casa de
Aldecoa de Ziga, y al de la de Arguinarena de Gorostapolo, y todos estos
sujetos también se mantienen prisioneros, menos el ultimo que ahora poco vino
de Francia.
La suerte, que tuvieron el Valle de Baztan, y la villa de Maya, el referido
día 24 de Julio, acarreó a sus gentes, a más de la pérdida de sus casas, y
vienes muy fatales consecuencias. Emigraron de resulta de la entrada del enemigo,
cosa de seis o siete mil almas de ambos sexos, y de todas edades, se refugiaron
de pronto, en número crecido en los valles, y pueblos más inmediatos, después
de pasar los montes comúnmente llamados de Velate, y otros muchos, continuaron
hasta esta ciudad de Pamplona, y a otras poblaciones del interior. Aunque sus
desgracias, y la precisión, que tenían de amparo, los hacia dignos merecedores
de ser tratados benignamente, y recibidos con amor, y caridad, experimentaron
en la mayor parte, todo género de baldones, ultrajes, y tiranías.
No se ha librado el clero del Valle, y Maya de experimentar también por su
parte alguna extraordinaria violencia. A luego que se refugiaron a esta ciudad,
a resulta del ataque y ocupación de aquel país, sin embargo del justo motivo
que les obligó a buscar este asilo; se hallaron con la impensada novedad de
haber mandado su superior ordinario, por un edicto público, que no se les
permitiese celebrar el santo sacrificio de la misa sin su licencia especial, lo
que les precisó a renovar las que tenían de antes, y subsistían en pie. Pasado
largo tiempo, fueron interpelados los párrocos por el provisor, en vida del
Itmo obispo ultimo de esta Diócesis, para que diesen por éxito, las causas, por
qué se mantenían ausentes de sus respectivas parroquias, con lo que cumplieron
puntualmente y habiendo sobrevenido a su Ilustrísima.
Ahora también han traído un baztanes, o unos baztaneses, cuando para uno,
que haya sucedido de aquel Valle, lo menos veinte eran de otros valles, y
pueblos. En un gran número semejante de prisiones cogidos por sospecha de
espía, no se ha encontrado culpado a ningún baztanes; uno de fuera de él ha
sido castigado con pena capital, y dos, el uno natural de Urdax, o
Zugarramurdi, y otro de Alduide, se teme tengan igual suerte:. Ni se probará,
que ni un solo paisano del valle haya hecho la villanía de tomar la arma a
favor de los franceses, y contra sus compatriotas; y es constante , y
evidentemente cierto que una gran parte del ejército contrario, el dicho día
del ataque 24 de julio, se componía de los baigorrianos, y de otros pueblos de
Labort, y que vinieron vestidos con el traje regular, que acostumbran llevar en
su país, que eran los que no menos guerreaban , y como veían los nuestros, la
similitud del vestuario de los baztaneses, levantaron la falsedad insinuada de
que estos hicieron un cuerpo con los enemigos.
A muy breve tiempo después de la emigración, empezaron a manifestarse otras
resultas no mejores, que en parte obligaron a olvidar lo pasado por muchos baztaneses,
y de los demás pueblos ocupados por los enemigos empezaron a enfermarse,
descubriendo los efectos del susto, cansancio, revolución de humores, y otros
trabajos que tenían padecidos, y experimentaban en la actualidad, y a morir la
mayor parte de los que adolecían, y habiendo proseguido con incremento hasta el
presente, ha fallecido considerable número, de modo que en el día faltará más
que la tercera parte, y cerca de la mitad de la gente, a cuya excesiva
mortandad, no habrá dejado de contribuir mucho la indigencia de los más para
sustentarse, y abrigarse debidamente, la novedad de la falta de camas, los
cubiertos incómodos, y los grandes fríos, y humedades del invierno último, que
lo ha sido muy rígido, habiendo vivido antes en sus casas, socorridos de buenas
camas, lumbre, y demás utensilios indispensables para la vida humana.
De resulta de la ocupación de Baztan, Maya, Vertizarana, Santesteban de
Lerin, y de los demás pueblos de Navarra, y Guipúzcoa en los meses de julio, y
agosto de 1794, como queda expresado, lograron los enemigos posiciones muy más
ventajosas, que las que tenían hasta entonces, para proporcionar, y conseguir
nuevas conquistas, y así el día 16 de octubre del mismo año, dieron en toda la
línea de este reino, otro ataque con todas sus fuerzas, logrando apoderarse de
las dos reales fábricas de municiones de Orbaiceta, y Eugui, de los pueblos de
Roncesvalles Burguete, Espinal, valles de Erro y Esteribar, villas de Lanz, y
Ostiz, valles de Ulzama, Anué y de otros pueblos, y valles. En el punto de
Lecumberri mandaba el teniente general Don Josef de Urrutia, quien después de
haber contenido al enemigo, superior en fuerzas por algunas horas, tuvo que
replegarse a otro pueblo de más acá. En Ulzama mandaba el Mariscal de Campo Don
Gaspar Paternó, y en Lanz, el teniente general Don Francisco Orcasitas.
Ya se deja dicho, que muchos de los emigrados de Baztan, y Maya, con motivo
del ataque, y ocupación de 24 de julio, se ampararon en el valle de Ulzama, y
en otros valles, y pueblos más inmediatos, y subsistiendo en ellos , cuando se
verificó el del día 16 de octubre experimentaron la nueva desgracia de caer en
manos de los enemigos, una gran parte, con sus muebles, y porciones de ganado,
viéndose, de este modo, como esclavizados, entre los vencedores , sin arbitrio
para fugar, con reserva de sus efectos, y llegada la estación de la recolección
del fruto de maíz, que dejaron sembrado en sus heredades, consumidos ya los
más, sus pocos haberes para atender a su ulterior manutención, finalizado el verano,
y tiempo de emplearse en los trabajos, para ganar con que sustentarse,
previsión consiguiente del aumento de sus trabajos, y miserias, les impulsó,
juntamente con otras varias consideraciones, a retirarse a sus hogares, a
muchos vecinos, habitantes, y moradores, y así pasaron a aquel país, pero otros
quedaron sin tomar esta resolución. Han regresado también después acá en varios
tiempos, y especialmente en la estación presente, que es la de sembrar el
maíz.
Desde la expresada retirada, permanecen en los mismos puestos, y se sabe
con seguridad, que durante el invierno han padecido una enfermedad, y mortandad
muy considerable, de modo que según confesión echa a un vecino de Baztan por
uno de los principales del ejército francés, ascendían a veinte y dos mil
hombres, los que faltaban en toda la línea de Navarra, y Guipúzcoa, desde la
dicha retirada.
Cuando conquistaron los franceses aquel pueblo, emigraron muchas personas,
y algunas familias de él a Baztan, y de resulta de haber ocupado los mismos este
valle, los peores para robar los bienes, y ganados de sus vecinos fueron los
tales adéudanos, y se sabe que posteriormente han continuado en los propios
excesos, así en Baztan, como en otras partes de este reino, y que en ninguna
parte de la montaña, hay tanto ganado como en Alduide, y todo adquirido por el
insinuado indebido medio. Y que haciendo un cuerpo con los enemigos no tenemos
peores contrarios que ellos; pero deben aceptarse de esta clase algunos pocos,
que constantemente se mantienen emigrados, y la poca gente que compone la
compañía de los voluntarios de dicho pueblo
Los baigorrianos han dado también nuevas pruebas de su perversa conducta,
pues han ejecutado muchos robos, y otros excesos en los pueblos conquistados
uniéndose en cuadrillas, y dispersándose en caminos, caseríos, y bordas, y los
mismos han robado, y muerto a puñaladas a Thomas de Iribarren dueño de la casa
de Echetoa de Arizcun, en el puesto llamado Orobidea. Los lugares de Zilbeti e
Yragui, y varias bordas, y casas del valle de Erro, han saqueado, y llevado
grandes porciones de ganado, y muebles, y no se ignora, que estos excesos han
ejecutado por solo su antojo, y particular provecho, hasta hoy 28 de abril de
1795.
Arizcun 10 de Agosto
de 1795
Aurelio Gutiérrez Martin de Vidales
No hay comentarios:
Publicar un comentario