viernes, 27 de enero de 2017

MIGUEL ANGEL LUJUA

Miguel Ángel Lujua
Navegando por Internet, recalando información sobre la siderurgia y en concreto sobre AHV, me he topado con una entrevista que realizaron a Miguel Angel Lujua el pasado 2016. Este personaje que fuera Director de Personal de esta empresa en los tiempos de su cierre, y que llegó a presidir la patronal CONFEBASK.

Como en todas las entrevistas que se quiere endulzar al protagonista, a este se le pone en un plano de cuasi salvador de la clase humana que habitamos en este planeta. En mi caso no puedo opinar lo mismo sobre él, y el hecho de la lectura de dicha entrevista me ha hecho recordar un episodio, del que jamás quise ser protagonista.

Este individuo carente de escrúpulos, y en mi opinión un impresentable e indeseable, el 13 de octubre de 1995, el día siguiente del fallecimiento de mi Ama, y aprovechando que estaba colocando las esquelas en las oficinas de Baracaldo, me dirigí a su oficina para informarme de cuál era el futuro de aquellas personas que como en mi caso éramos excedentes por el cierre de las plantas productivas de AHV y estábamos pendientes de traslado a otras empresas.

Cuál no sería la sorpresa una vez realizada mi presentación, que su respuesta fuera; “tú eres el famoso Aurelio, si fuera por mí, nunca trabajarías en una empresa de más de tres trabajadores”.

Mi delito, haber defendido en las asambleas de fábrica, con las únicas herramientas de un micrófono, mi palabra y mi conciencia, lo que yo pensaba en aquellos momentos, aunque fuera contrario al pensamiento mayoritario sindical y opuesto radical a las intenciones empresariales. Y este responsable empresarial, con estas palabras se retrató para toda la vida, ni tan siquiera tuvo la delicadeza de que aquellos momentos de mi pena y dolor, no eran los más apropiados de hacer leña del árbol caído, se retrató tal y como era.

Este es el tipo de individuo que, pasados los años, se le concede un trato exquisito cuando en mi opinión no merece más que desprecio social.

Después de aquello como ya sabéis terminé en Lesaka en setiembre del 2016, con una pérdida salarial de un millón de pesetas de aquellos tiempos, relegado al último puesto de la estructura profesional, ayudante del ayudante. Etc. 

Pero esto es otra historia, para otro momento en el que rinda un sincero homenaje a aquellas personas que me hicieron a mí y a mi familia la Vida más llevadera en Bera y en la Empresa, sobre todo al que estaré eternamente agradecido, Patxi Larretxea, amigo para viajar hasta el infierno, el polo opuesto de Lujua.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales




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