martes, 9 de enero de 2024

MATADERO DE PORTUGALETE 1891


MATADERO DE PORTUGALETE 1891


Mientras elaboro este artículo, en  mi mente fotograma a fotograma, tanto del interior, como de los alrededores del matadero de Abacholo o de la Atalaya, que es como nosotros le conocíamos ,voy viendo parte de mi Vida. Lugar donde mi Ama Vicenta, junto con otras mujeres sacaban un jornal limpiando vísceras.

Me veo acudir al matadero bajando por la cuesta y comprando algún chuche en la casa de Conce, pararme en la chabola del zapatero remendón que tantas horas me acogió en su interior, y antes de entrar en el matadero, jugar un rato en la vagoneta que estaba  abandonada junto a la casa de la familia Tellaeche. Esta, años atrás había cumplido la misión de trasladar las rocas de la cantera al muelle de Portugalete.

Me impresionaba, como los matarifes Toñín, Gabino, Pedro, Basilio, y algún otro, los cuales me perdonen no acordarme de su nombre,  de qué manera daban la puntilla y despiezaban las reses a base de hachazos certeros. Recuerdo vagamente como parte de esta carne de res antes de ser distribuido en las carnicerías, se cargaba en un carro tirado por un caballo de nombre Isleño que era conducido por Txutxi Benito” Txaquetas”, como bien me recuerda mi entrañable amigo Eduardo Estancona, y como aquello que no se aprovechaba, terminaba en la Ría para engordar a los carramarros, próximas víctimas de nuestros quisquilleros. Hoy en día,  aún identifico el gruñido del cerdo antes de ser sacrificado, y el olor tan característico de su piel quemada, proceso que de principio a fin seguíamos con expectación.


 La construcción del matadero de Abacholo fue posible  porque ante el estado ruinoso  e insalubre del anterior matadero construido en el año 1847 en la confluencia de las calles Coscojales y Salcedo, y ante el proyecto su derribo, el Ayuntamiento de Portugalete, a finales del año 1890 comienza a realizar diversas gestiones para encontrar un emplazamiento del nuevo matadero.

Así desde comienzos del mes de noviembre del año 1890, hasta el 4 de marzo del año 1891, día en que la Corporación de la Villa, aprueba el proyecto en su totalidad para la construcción del nuevo matadero, se producen diferentes reuniones con acuerdo de la Corporación municipal, con el fin  de buscar un lugar idóneo para su construcción, que reuniera las condiciones de sanidad exigidas, y además que fuera así mismo un proyecto de futuro.

El 6 de noviembre del año 1890, según certifica el Secretario de la Villa de Portugalete, D. Eusebio de Santamaría, se informa en el pleno que se han examinado varios puntos en esta localidad, con el fin de ver el que reúne mejores condiciones para la instalación del matadero en proyecto, habiendo observado que el más a propósito en su concepto, es el comprendido entre la casa llamada de Contreras, número 1º del barrio de Aceta y cantera inmediata, situado a la parte superior de la carretera a Bilbao, y cuyo propietario es D. Andrés Salaberri, vecino de esta Villa.



El 20 de noviembre del año 1890, la Corporación aprueba comprar a D. Andrés Salaberri el terreno donde se edificará el nuevo matadero, así como comisionar al maestro de obras D. Francisco de Berriozábal para que elabore por duplicado el proyecto del matadero.
 
El 11 de diciembre del año 1890 la Corporación aprueba, que referente a la adquisición del terreno necesario para la construcción del matadero de reses en el punto llamado de la Cantera, de cuya discusión resultó, que el expresado señor Salaberri se hallaba conforme con que se le abone el terreno que había de  ocupar el edificio al precio de tres reales el pie cuadrado y a mitad de precio lo que se ocupare con los caminos de servidumbre que habían de dejarse para dar servicios desde el camino real y por el llamado camino viejo a Sestao.

El 22 de diciembre del año 1890, el Secretario  deja constancia que la mayoría de la Junta de Sanidad, compuesta por el alcalde D Manuel del Valle, y los señores, D. Albino de Larrazábal, D. Elías López Bustamante, D. José de Uribe, D. José de la Hormaza y el maestro de obras, D. Francisco de Berriozábal, exponen que una vez que se había procedido al estudio y designación del terreno necesario para la construcción de un matadero, acordaron por unanimidad que efectivamente el punto designado por la Comisión respectiva era el más conveniente entre los de la jurisdicción para la instalación de aquel edificio, pues reúne condiciones de ventilación, separado convenientemente de la población, y además se hallará construido al Norte y resguardado de los vientos del sur. Reuniendo pues este punto las mejores condiciones higiénicas en concepto de la Junta de Sanidad.

Posteriormente el 2 de enero del año 1891, se señala que para la formación de dicho proyecto no solo se han tenido en cuenta las necesidades actuales de la localidad, sino las que habrá  de tener transcurridos muchos años. Entre sus ventajas  están, que la cañería de las aguas que habrán de dar servicios a dicho matadero se hallan próximas, y en condiciones,  a la vez de no tener contacto alguno con las que conducen a las fuentes públicas, su salida es fácil y el gasto del alcantarillado económico por la posición del matadero.


 La cantidad de treinta y tres mil doscientas ochenta y tres pesetas con ochenta céntimos, (33.283,80 pesetas), que asciende el presupuesto, será satisfecha por cuenta de los fondos municipales, previas las oportunas consignaciones en los respectivos presupuestos.
Este mismo día dos de enero de 1891, D. Francisco de Berriozábal da a conocer la memoria del proyecto con el siguiente contenido:

La construcción de un nuevo matadero para la Villa de Portugalete se hace tan necesaria que de seguir utilizando el actual, con peligro la salubridad pública. Varios Ayuntamientos se han ocupado de tan importante medida higiénica y el actual, tratando de evitar la responsabilidad que de seguir con la permanencia la provocará, sustituyéndole con un nuevo proyecto que se acompaña.

El matadero actual ruinoso en su interior e insuficiente para las necesidades del día se halla emplazado en el centro del pueblo, haciendo imposible el que tanto las calles de Salcedo como la de Coscojales puedan prolongarse y alinearse. Con su derribo, no solamente se ganará en higiene el pueblo y desaparecerá la sucia plazuela del lavadero, sino que las calles dichas de Coscojales y Salcedo se prolongarán y alinearán, desapareciendo el feo aspecto de parte de esta última, y el no menos repugnante lavadero, centro de infección como el matadero.

Apoyado el actual ayuntamiento en las razones expuestas y deseando elegir un terreno que reúna las mejores condiciones para el emplazamiento del nuevo matadero, comisionó a  la Junta de Sanidad de la expresada Villa la designación del mismo, la cual cumplida tan importante misión señalo como más propio el conocido por la Atalaya, aislado y ventilado,  contiguo a una cañada por la que parte de las aguas llovedizas de la cuenca se dirigen al río, lejos de fuentes y manantiales. Con fácil comunicación con la carreta de Bilbao y camino carretil viejo del Concejo de Sestao y en condiciones de abastecerse fácilmente de aguas potables.



Aceptado por el expresado Ayuntamiento el terreno señalado por una Comisión, se ordenó la formación de un proyecto cuyas condiciones y demás se acompañan, siendo su descripción la siguiente:

            Consta el nuevo edificio matadero que trata de realizarse de tres cuerpos, el central, al que se ingresa por un pórtico en el que existen a la derecha la báscula. Con un despacho contiguo y a la izquierda la oficina del veterinario tras del que sitúe la escalera para el piso superior, de frente y en expresado pórtico existe una espaciosa puerta que da entrada al matadero de reses o ganado vacuno de grandes dimensiones en el que pueden sacrificarse doce reses a la vez, teniendo este local a derecha e izquierda como accesorios un local para la limpieza necesaria, y otro bajo de la escalera para depósito de ropas, útiles de matanza y limpieza.

Los cuerpos laterales que se destinan a matadero de cerdos con su quemadero es el de la izquierda, y al ganado lanar es el de la derecha, tienen por la parte zaguera sus respectivas cuadras, abrevaderos y cuartos escusados.



Sobre el pórtico y parte de los pequeños martillos laterales se encuentra la habitación a la que se sube por la escalera derecha y consta de sala, cuatro dormitorios, cocina y cuarto excusado, muy capaz e higiénico para el guarda de este edificio.

            Esta es la breve disección del edificio que se trata de construir cuyas condiciones de capacidad, luz, ventilación y demás que pueden verse por los planos que acompañan y cuya autorización solicitaba el Ayuntamiento de la Villa de Portugalete. Firmado Francisco de Berriozábal.

AHFB, R00164/005

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

8 comentarios:

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    1. Había un comentario de Mónica del barrio de Azeta que por error mío lo he borrado. Mis disculpas a Mónica.

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  2. Aurelio: Felicidades por tu trabajo interesante y completo.

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  3. Gracias por el artículo. Cuantos recuerdos para los que vivimos en Miralrio. Las horas metidas viendo como "despachaban" a los animales. Algunos camiones no podían subir la cuesta y les llevaba el camionero, el dueño o el tratante poco a poco cuesta arriba, Alguno ya se escapó. El zapatero al que aludes, las mujeres de mi portal, le llamaban "Onasis" por el parecido físico con el naviero. Enfin, gracias por el recuerdo.

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