MATADERO
DE PORTUGALETE 1891
Mientras elaboro este artículo,
en mi mente fotograma a fotograma, tanto del interior, como de los alrededores del
matadero de Abacholo o de la Atalaya, que es como nosotros le conocíamos ,voy viendo parte de mi Vida. Lugar donde mi Ama Vicenta, junto con otras mujeres sacaban un jornal limpiando vísceras.
Me veo acudir al matadero
bajando por la cuesta y comprando algún chuche en la casa de Conce, pararme en
la chabola del zapatero remendón que tantas horas me acogió en su interior, y
antes de entrar en el matadero, jugar un rato en la vagoneta que estaba abandonada junto a la casa de la familia
Tellaeche. Esta, años atrás había cumplido la misión de trasladar las rocas de
la cantera al muelle de Portugalete.
Me impresionaba, como los
matarifes Toñín, Gabino, Pedro, Basilio, y algún otro, los cuales me perdonen
no acordarme de su nombre, de qué manera daban la puntilla y despiezaban las
reses a base de hachazos certeros. Recuerdo vagamente como parte de esta carne
de res antes de ser distribuido en las carnicerías, se cargaba en un carro
tirado por un caballo de nombre Isleño que era conducido por Txutxi Benito”
Txaquetas”, como bien me recuerda mi entrañable amigo Eduardo Estancona, y como
aquello que no se aprovechaba, terminaba en la Ría para engordar a los
carramarros, próximas víctimas de nuestros quisquilleros. Hoy en día, aún identifico el gruñido del cerdo antes de
ser sacrificado, y el olor tan característico de su piel quemada, proceso que
de principio a fin seguíamos con expectación.
La construcción del matadero de Abacholo fue
posible porque ante el estado
ruinoso e insalubre del anterior
matadero construido en el año 1847 en la confluencia de las calles Coscojales y
Salcedo, y ante el proyecto su derribo, el Ayuntamiento de Portugalete, a
finales del año 1890 comienza a realizar diversas gestiones para encontrar un
emplazamiento del nuevo matadero.
Así desde comienzos del mes de
noviembre del año 1890, hasta el 4 de marzo del año 1891, día en que la
Corporación de la Villa, aprueba el proyecto en su totalidad para la
construcción del nuevo matadero, se producen diferentes reuniones con acuerdo
de la Corporación municipal, con el fin
de buscar un lugar idóneo para su construcción, que reuniera
las condiciones de sanidad exigidas, y además que fuera así mismo un proyecto de
futuro.
El 6 de noviembre del año 1890,
según certifica el Secretario de la Villa de Portugalete, D. Eusebio de Santamaría,
se informa en el pleno que se han examinado varios puntos en esta localidad,
con el fin de ver el que reúne mejores condiciones para la instalación del matadero
en proyecto, habiendo observado que el más a propósito en su concepto, es el
comprendido entre la casa llamada de Contreras, número 1º del barrio de Aceta y
cantera inmediata, situado a la parte superior de la carretera a Bilbao, y cuyo
propietario es D. Andrés Salaberri, vecino de esta Villa.
El 20 de noviembre del año
1890, la Corporación aprueba comprar a D. Andrés Salaberri el terreno donde se
edificará el nuevo matadero, así como comisionar al maestro de obras D.
Francisco de Berriozábal para que elabore por duplicado el proyecto del
matadero.
El 11 de diciembre del año 1890
la Corporación aprueba, que referente a la adquisición del terreno necesario
para la construcción del matadero de reses en el punto llamado de la Cantera,
de cuya discusión resultó, que el expresado señor Salaberri se hallaba conforme
con que se le abone el terreno que había de
ocupar el edificio al precio de tres reales el pie cuadrado y a mitad de
precio lo que se ocupare con los caminos de servidumbre que habían de dejarse
para dar servicios desde el camino real y por el llamado camino viejo a Sestao.
El 22 de diciembre del año
1890, el Secretario deja constancia que
la mayoría de la Junta de Sanidad, compuesta por el alcalde D Manuel del Valle,
y los señores, D. Albino de Larrazábal, D. Elías López Bustamante, D. José de
Uribe, D. José de la Hormaza y el maestro de obras, D. Francisco de Berriozábal,
exponen que una vez que se había procedido al estudio y designación del terreno
necesario para la construcción de un matadero, acordaron por unanimidad que
efectivamente el punto designado por la Comisión respectiva era el más
conveniente entre los de la jurisdicción para la instalación de aquel edificio,
pues reúne condiciones de ventilación, separado convenientemente de la
población, y además se hallará construido al Norte y resguardado de los vientos
del sur. Reuniendo pues este punto las mejores condiciones higiénicas en
concepto de la Junta de Sanidad.
Posteriormente el 2 de enero
del año 1891, se señala que para la formación de dicho proyecto no solo se han
tenido en cuenta las necesidades actuales de la localidad, sino las que
habrá de tener transcurridos muchos
años. Entre sus ventajas están, que la
cañería de las aguas que habrán de dar servicios a dicho matadero se hallan
próximas, y en condiciones, a la vez de
no tener contacto alguno con las que conducen a las fuentes públicas, su salida
es fácil y el gasto del alcantarillado económico por la posición del matadero.
La cantidad de treinta y tres mil doscientas
ochenta y tres pesetas con ochenta céntimos, (33.283,80 pesetas), que asciende
el presupuesto, será satisfecha por cuenta de los fondos municipales, previas
las oportunas consignaciones en los respectivos presupuestos.
Este mismo día dos de enero de
1891, D. Francisco de Berriozábal da a conocer la memoria del proyecto con el
siguiente contenido:
La
construcción de un nuevo matadero para la Villa de Portugalete se hace tan
necesaria que de seguir utilizando el actual, con peligro la salubridad
pública. Varios Ayuntamientos se han ocupado de tan importante medida higiénica
y el actual, tratando de evitar la responsabilidad que de seguir con la
permanencia la provocará, sustituyéndole con un nuevo proyecto que se acompaña.
El
matadero actual ruinoso en su interior e insuficiente para las necesidades del
día se halla emplazado en el centro del pueblo, haciendo imposible el que tanto
las calles de Salcedo como la de Coscojales puedan prolongarse y alinearse. Con
su derribo, no solamente se ganará en higiene el pueblo y desaparecerá la sucia
plazuela del lavadero, sino que las calles dichas de Coscojales y Salcedo se
prolongarán y alinearán, desapareciendo el feo aspecto de parte de esta última,
y el no menos repugnante lavadero, centro de infección como el matadero.
Apoyado
el actual ayuntamiento en las razones expuestas y deseando elegir un terreno que reúna las mejores condiciones para el
emplazamiento del nuevo matadero, comisionó a
la Junta de Sanidad de la expresada Villa la designación del mismo, la
cual cumplida tan importante misión señalo como más propio el conocido por la
Atalaya, aislado y ventilado, contiguo a
una cañada por la que parte de las aguas llovedizas de la cuenca se dirigen al
río, lejos de fuentes y manantiales. Con fácil comunicación con la carreta de
Bilbao y camino carretil viejo del Concejo de Sestao y en condiciones de
abastecerse fácilmente de aguas potables.
Aceptado
por el expresado Ayuntamiento el terreno señalado por una Comisión, se ordenó
la formación de un proyecto cuyas condiciones y demás se acompañan, siendo su
descripción la siguiente:
Consta el nuevo edificio matadero
que trata de realizarse de tres cuerpos, el central, al que se ingresa por un
pórtico en el que existen a la derecha la báscula. Con un despacho contiguo y a
la izquierda la oficina del veterinario tras del que sitúe la escalera para el
piso superior, de frente y en expresado pórtico existe una espaciosa puerta que
da entrada al matadero de reses o ganado vacuno de grandes dimensiones en el
que pueden sacrificarse doce reses a la vez, teniendo este local a derecha e
izquierda como accesorios un local para la limpieza necesaria, y otro bajo de
la escalera para depósito de ropas, útiles de matanza y limpieza.
Los cuerpos laterales que se destinan a
matadero de cerdos con su quemadero es el de la izquierda, y al ganado lanar es
el de la derecha, tienen por la parte zaguera sus respectivas cuadras,
abrevaderos y cuartos escusados.
Sobre el pórtico y parte de los pequeños
martillos laterales se encuentra la habitación a la que se sube por la escalera
derecha y consta de sala, cuatro dormitorios, cocina y cuarto excusado, muy
capaz e higiénico para el guarda de este edificio.
Esta es la breve disección del
edificio que se trata de construir cuyas condiciones de capacidad, luz,
ventilación y demás que pueden verse por los planos que acompañan y cuya
autorización solicitaba el Ayuntamiento de la Villa de Portugalete. Firmado
Francisco de Berriozábal.
AHFB,
R00164/005
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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ResponderEliminarHabía un comentario de Mónica del barrio de Azeta que por error mío lo he borrado. Mis disculpas a Mónica.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias Mónica.
EliminarAurelio: Felicidades por tu trabajo interesante y completo.
ResponderEliminarGracias.
EliminarGracias por el artículo. Cuantos recuerdos para los que vivimos en Miralrio. Las horas metidas viendo como "despachaban" a los animales. Algunos camiones no podían subir la cuesta y les llevaba el camionero, el dueño o el tratante poco a poco cuesta arriba, Alguno ya se escapó. El zapatero al que aludes, las mujeres de mi portal, le llamaban "Onasis" por el parecido físico con el naviero. Enfin, gracias por el recuerdo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Txerra.
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