martes, 16 de enero de 2024

 

NAUFRAGIO EN LA BARRA DEL ABRA 1715

“NUESTRA SEÑORA DE BEGOÑA Y SANTA BÁRBARA”



 

Autos iniciados ante el Alcalde de la villa de Portugalete y remitidos al Consulado de la de Bilbao, sobre el naufragio del navío "Nuestra Señora de Begoña y Santa Bárbara", cuyo capitán es Sebastián de Menchaca, vecino de la primera, acaecido en la barra de esta última, cargado de castaña y sacas de lana con destino al puerto de Hamburgo, cuyos propietarios son Felipe de Galar y Juan Bautista de Guendica, vecinos de Bilbao, y a través del cual se dan detalles de la navegación en la Ría y las diversas funciones del Piloto Mayor de la Barra. AHFB, CONSULADO 0060/009/001

En la villa de Portugalete a treinta y uno de octubre de mil setecientos quince, ante el Señor Don Francisco de Larrea, alcalde y Juez ordinario en esta villa, ante Don Felipe Galar, el testigo Mario de Aqueche vecino de esta villa vertió juramento por Dios realizando la señal de la cruz en forma de vida y prometió decir la verdad.

Y siendo preguntado dijo que conoce a dicho Don Felipe y a Don Juan Bautista de Guendica, vecinos de la villa de Bilbao, y a Sebastián Menchaca, vecino de esta villa capitán y dueños del navío nombrado "Nuestra Señora de Begoña y Santa Bárbara" de porte de setenta y cinco toneladas poco más o menos, y de su carga de castaña y lanas que naufragó en la barra el domingo veinte por la noche.

Y puede decir que, hallándose el referido navío surto y estacionado en la ría y canal de esta villa, bien calafateado y aparejado para la buena navegación, y con la buena ventura a seguir al puerto de la ciudad de Hamburgo con la referida carga, el dicho domingo como a cosa de las diez de la mañana estando en el Solar y Plaza de Armas de esta villa, Manuel de la Peña vecino de ella y Piloto Mayor de su barra, y Lorenzo de Oyancas, vecino del Concejo de San Jorge de Santurce.

Los dichos señores Don Juan Bautista de Guendica y Don Felipe de Galar le preguntaron en presencia del testigo a qué hora podía salir para la Barra el mencionado navío, respondiendo el dicho Lorenzo que, aunque fuese de bajamar podía salir porque tenía bastante agua la Barra.

Seguidamente, Don Juan Bautista de Guendica, Don Felipe de Galar y Sebastián de Menchaca en compañía del testigo fueron a buscar a Manuel de la Peña, y habiéndole encontrado en dicho Solar le preguntaron sobre el referido navío.



Manuel de la Peña relató que estando en el referido navío lemando, y preparando las áncoras para hacerse a la vela, inmediatamente llegó a él Lorenzo de Oyancas con la chalupa de la Bolisa que venía de sondar la Barra diciendo que había diez pies de agua, medida de nuevo marcó nueve pies, y decidiendo que había bastante agua dio entonces orden de levantar el áncora. (Un pie de Burgos =0,27 metros.)

Así que, con la mar y la barra quieta, con viento favorable, llevando dos chalupas de escolta por la proa y la de la Bolisa. Y estando el navío empeñado en la Barra como a cosa de las seis de la tarde Lorenzo de Oyancas desde la chalupa de Bolisa dijo que en la barra el agua estaba justa, y que arrimasen las velas, lo que mandó ejecutar Manuel de la Peña que iba mandando dentro del navío y que echasen por su mandato el áncora, con lo que se derrumbó el navío porque se sintió irse calando por la mucha agua que entraba, teniendo que acudir a las bombas. Y en frente del muelle de la villa se inundó y calo debajo del agua toda la carga de castañas y de las sacas de lana, de las cuales solo se pudieron salvar siete sin mojar, quedando diez y nueve debajo del agua.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 



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