UNA PINZA DE
MADERA VINTAGE
De todos los objetos que cada uno
de nosotros tenemos en casa hay uno en la que coincidimos, las pinzas
para colgar la ropa.
Esta presente, lleva con nosotros
la friolera de más de 30 años, salió en su día de Santurtzi, viajó hasta Vera
de Bidasoa, y ahora de vuelta a Santurtzi terminará sus días en Gasteiz. En esta
ciudad vivirá con otros objetos en una caja destinada a los recuerdos.
Es una pinza de madera, de las de
antes, gastada pero firme, diferente al resto de sus compañeras. En la “bolsa
de las pinzas” convivía con sus semejantes de plástico y múltiples colores, de
corta vida y futuro escaso, mezcladas todas con otras de madera de textura
actual.
Hubo un tiempo, solo existía la televisión en
blanco y negro, y aún no existían los aparatos electrónicos de mano, (no digo
ni pongo marcas) en el cual con una simple pinza de madera se podía construir
una “pistola” que cargada con güitos de aceituna obteníamos un juguete de
múltiples utilidades.
Una cuerda, y varias pinzas, han
sido siempre objetos que en mi mochila han viajado por mis travesías por el
Pirineo y montes de Euskal Herria, ¡cómo me hubiera gustado que esta pinza en
cuestión hubiera sido testigo muda de mis andanzas! Pero si no lo es a otras
semejantes va mi agradecimiento por su servicio.
Solo espero, que este objeto inanimado despierte
en vosotros recuerdos tal y como a mí esta pinza que hasta hoy no había notado
su presencia me ha transmitido al colgar la ropa.
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales
Humildes y trabajadoras, duraderas. No como las de ahora que te duran diez minutos
ResponderEliminarAsí es.
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