LOS NAVARRILLOS
Y LAS GAVIOTAS
Sorpresa mayúscula la que recibí
revisando las actas de plenos municipales de Santurtzi del año 1884. Todo a
cuenta de un trabajo de investigación que estoy llevando a cabo sobre la
“Cofradía de Mareantes” de dicho puerto, y para lo cual he acudido a revisar dichas
actas comprendidas entre ellos años 1880/1900. El caso que, en un apunte en el
libro de actas correspondiente al mes de diciembre del año 1884 aparece una
queja de algunos vecinos de la calle Mamariga hacía los propietarios de la casa
nº62, denuncia motivada al parecer por mantener en su casa una gaviota patiamarilla
cuyos graznidos molestan a las personas y asustan a los animales.
Menciona el acta que personado
el alguacil municipal en dicha vivienda, cuyo propietario no es otro que el marinero Don Patricio del
Moral Santa María, (mi bisabuelo), este le relató que la gaviota patiamarilla de nombre “Salustiana”, nombre que le puso
su esposa Doña Nieves Santa Cruz Picó en recuerdo de una vaca lechera que tenía
en su pueblo natal de Guriezo, fue recogida en un estado lamentable entre las
redes la primavera pasada a la altura de Cobarón. En esa circustancia estaba faenando a la sardina en la lancha propiedad de Don Timoteo Castillo
Ostria, hermano este de la que sería su futura consuegra Doña María Concepción.
Patricio, haciéndose cargo de la débil
ave la llevó a su casa, y parece ser que entre Nieves y su hija María
Concepción tanto cuidaron y mimaron a “Salustiana”, que esta una vez que pudo
volar libremente, raro era el día que no aparecía en la huerta de los
“Navarrillos” con una pieza de pescado. Sean: chicharros, lubinas, algún
salmonete y en la navidad pasada y en esta, algún besugo. Todo era arte y parte
de su agradecimiento, acompañado de un cúmulo de graznidos. Comenta Patricio que
quizás las envidias vecinales y sobre todo el maná en forma de pescado que caía
del cielo a su humilde casa un día sí y el otro también sumado al besugo
navideño, que por cierto el último se lo regaló al alguacil, cuestión que no
figura en el acta pero si en el anexo 4, fuera el fin último de la denuncia.
María Concepción, niña de tres años,
intervino en un momento dado en la conversación diciendo que algunos días
“Salustiana” volaba acompañada con una gaviota pequeña y que ella la llamaba”
Menchu”, como el nombre de la chocolatera Menchu Mendizábal, mujer que de vez en
cuando la regalaba un “manolito de mantequilla”.
Dicho lo cual, una vez realizada
la inspección ocular y visto que ni en la casa ni en los aledaños había gaviota
alguna, aún si revoloteando por los alrededores, el alguacil dio por finalizada dicha
inspección, y una vez informando el Consistorio, se dio parte a Don Patricio que sería propuesto a una
mención y medalla por su acción ejemplar con la gaviota.
Esto anterior, mi aita Patricio ya lo
había comentado alguna vez en la casa familiar de Abatxolo, entonces pensábamos
Aurelio Gutiérrez Martín de
Vidales.
Aurelio: Anécdota MUY curiosa.
ResponderEliminarPara un 28 de diciembbre no está mal.
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