miércoles, 29 de mayo de 2024

 

ARACELI GUTIÉRREZ AGUADO

ZORIONAK 2024 

Felicidades Tata, Felicidades Ara, que  este 29 de mayo pases un día maravilloso, y un resto de Vida pleno de Salud y Bienestar.


Te lo mereces, sobrepasar la barrera de los 88 años no está al alcance de muchas personas, y si además llegan como tú rodeada de personas que te quieren, es una proeza a la que estás dispuesta a superar muchos años más. Memoria viva del barrio de Abatxolo te has convertido con tu edad en la persona más ilustre de nuestro barrio.

 

Has sido y eres un ejemplo de Vida para todos aquellos que hemos tenido la suerte de vivir contigo, ejemplo de Bondad, Cariño y Generosidad con los tuyos y con el prójimo. En lo que a mí respecta, has sido y continúas siendo no mi hermana la mayor, sino mi segunda Madre. Digna de recibir el Cariño y Respeto que te mereces.


Naciste en Ortuella un 29 de mayo de 1936, y ya desde el vientre de tu madre Felipa conociste el dolor y la miseria cuando con tu padre, nuestra aita Patricio, tuvisteis que vivir con el resto de los “Navarrillos” en el fuerte de San Roque de Portugalete.


Llegó la guerra sin ser reclamada, y con ella la huida de Portugalete, aita al frente de Asturias y tú con tu madre Felipa y nuestro hermano Antontxu en el vientre,  en Santander embarcáis en julio del año 1937 en el barco Sarastone rumbo a Francia, a Caen en concreto. Tres meses duró la aventura, el gobierno francés no estaba dispuesto a mantener y costear los albergues de acogida de los refugiados españoles y en noviembre de ese año vuelta a Portugalete, con Antontxu siendo un bebé de dos meses. En carne propia conocisteis las miserias de las guerras que aún ochenta años después asolan a este mundo, siendo en Portugalete un ejemplo vivo  de los llamados niños de la guerra.

 

De aquellos tristes acontecimientos, pocas son las personas que como tú en la villa vivan para poder contarlo. Y ahora que está tan en boga la Memória Histórica, yo me pregunto cuando sereis llamadas para tener un reconocimiento institucional.

 

Aita, en un campo de prisioneros en Valladolid, la abuela María presa en Saturrarán, los tíos, unos presos, otros mal viviendo, tu Ama Felipa enferma, años difíciles hasta que se recompone la familia y todos pueden volver a reunirse en la casa que se alquila en Abatxolo hacia el año 1941. 



Miguelín, es el tercero de tus hermanos y esa alegría viene acompañada por la tristeza de que tu Ama Felipa a la edad de 34 años fallece tres años después. En ese momento, tú contabas con 8 años, Tontxu con 6 y Miguelín con 3.

 

En esta nueva situación eres recogida en casa de tus tíos de Ortuella, y vives unos años de felicidad, lejos de aquella locura que era la casa de Abatxolo. La abuela, aita, los tíos Antonio, Miguel, y María, estos últimos solteros, hacían de esta casa ingobernable para educar y repartir cariño a los tres niños. Aquí se cumplía la verdad absoluta de que “donde comen dos, tres pasan hambre”.

 

Después, por las causas de la guerra, hizo que Patricio y Vicenta, se conocieran y se formara esa gran familia que fuimos, 11 hermanos, correspondiéndote de los 9 hermanos que hoy en día vivimos ser la matriarca, "La Navarrilla".



Tata, no es mi intención relatar ahora tu vida, esto es solo un anticipo de lo que publicaré el día que tenga tu permiso, pero ahora si quiero aprovechar para mencionar que siempre serás recordada por tu actividad en la plaza del mercado de Portugalete, en la que dejaste huella por tu bondad y manera de ser con el fiel público al que atendías.

 

Y por mi parte, darte las gracias una vez más por aquellos “manolitos” esos sabrosos bollos de mantequilla que me comprabas en la pastelería de Mendizábal de la calle del Medio, lugar de trabajo que lo fue tuyo.



A mi hermana Araceli, jamás la he escuchado un No por respuesta, jamás la he visto un mal gesto, por eso quererla no es difícil, por eso, para mí, decirte que te quiero, que te queremos es sumamente fácil.

 

Bueno Tata, millones de besos.

 

Ara, hoy te quiero, mañana más y pasado mañana, mucho más.

 

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 


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