¡VAYA CRUZ!, LA DE BENIDORM

Un año más y hasta aquí hemos llegado con la edad que va acompañada de su dosis de cansancio, con una curva de la felicidad difícil de disimular sino es con una camiseta XXL, pero con unas ganas locas de demostrarme que aún puedo llegar corriendo hasta la cima sin detenerme. Si el monte Serantes no consigue hacer lo propio, malamente lo puede hacer esta cota de segunda categoría.

La subida de este año con promesa y propina.

Estaba en Santurtzi, en el polideportivo para recoger la camiseta de la marcha organizada desde “Santurtzi a Zierbena” cuando al poco llegó mi amigo José Mari.

Y como una cosa lleva la otra no podía faltar en la conversación las aventuras del abuelo Cebolleta, en nuestro caso, de cuando fuimos pioneros en la participación en maratones y carreras de larga distancia tanto en Bizkaia como fuera de la provincia. De esto hace 45 años, entonces los dos teníamos 24.

José Mari no estaba en su mejor momento, y es más, de aquellos que en su día comenzamos a entrenar, haciendo un repaso somero, solo quedaba yo gastando suela en el asfalto. Le comenté que en mayo seguro que pasaríamos el mes en Benidorm, y entonces me hizo prometer que el primer día que subiera a la Cruz me acordara de él, y yo le prometí que lo haría con su camiseta, que en ese momento la intercambiamos.

Va por ti José Mari y por todos aquellos que una vez pudimos llegar con facilidad a nuestra meta, y hoy necesitamos un poco más por alcanzarla.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales