domingo, 19 de mayo de 2024

 

CIERRE CARNICERIA DE ABATXOLO, LE LLEGÓ EL DÍA



Eran las doce menos diez, y los hermanos Estancona: Nekane, Txerra y Edu, aguardaban con cierta expectación la visita del último cliente antes del cierre definitivo de la carnicería.

En el barrio de Abatxolo se había corrido la voz, tal cual fuera una de esas tabernas que a partir de las siete de la tarde el pincho es gratis con la consumición, que los Estancona a partir de las doce liquidarían las cuatro alas  de pollo, seis txuletillas de cordero y medio zancarrón de ternera, que a precio de amigo aguardaban en el mostrador. Los frascos de las baldas no entraban en la oferta.

Fuera por eso o porque ningún parroquiano se quería perder la despedida, a la hora que marcaba el reloj en el interior de la carnicería ya eran decenas las personas que esperaban en los alrededores el toque de las campanas de la Basílica de Santa María anunciando el Ángelus del mediodía.

Los que consiguieron entrar con el último tañido de campana, me aseguran que salieron sin ninguna bolsa en las manos, porque estas estaban entretenidas tejiendo los pañuelos con los que habían secado las lágrimas por la emoción de la despedida. Las muestras de cariño se repartieron por doquier. Yo sin estar ahí presente también he tenido la necesidad de emocionarme con ellos, con los que entraban y con los que estaban detrás del mostrador.

Ahora a disfrutar.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 

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