María Soledad Moral Santa Cruz “La
Navarrilla” (Santurtzi 31 de diciembre de 1882 - Portugalete 7 de marzo de 1944), era sardinera, pescadera del pueblo de Portugalete. Nació, en el barrio
de santurtziarra de Mamariga, lugar donde a su familia tanto en ese pueblo como
en Portugalete tradicionalmente se les conocía y conoce como los “Navarrillos”,
apodo que con orgullo llevamos todos sus descendientes. Era mi abuela.
Su padre Patricio Moral Santa
María, nació en el año 1863 en Soncillo (Burgos) y falleció el 30 de agosto de
1907 a la edad de 44 años en Santurtzi. Su madre se llamaba María Nieves Santa
Cruz Pico, nacida en el año 1859 en Guriezo (Santander) y falleció en Santurtzi,
el 28 de octubre de 1938 a los 88 años de edad.
María Soledad tuvo otros
cinco hermanos: Felipe, Camilo, Pedro, Francisca, y Rogelio, todos nacidos en
Santurtzi. Su madre, María Nieves Santa Cruz llegó a Santurtzi acompañada por
su hermana Ruperta que se casó con José Landera González, y su padre Patricio,
cuando llegó a Santurtzi, lo hizo acompañado de su hermano Lorenzo que se casó
con Francisca Larena Urioste. Por esta razón la familia del difunto sacerdote
Román Landera, estaba emparentada con “la Navarrilla”.
El apodo “la Navarrilla”
tiene su origen, en que sus padres con el fin de trabajar en las minas de Triano,
llegaron a Santurtzi alrededor del año 1880 procedentes de Navarra. Lejos de vivir
en barracones, como desgraciadamente vivieron muchas familias de inmigrantes,
buscaron mejor cobijo en el pueblo, y en concreto en el barrio pescador de
Mamariga. La novedad en el barrio de personas oriundas de Navarra, tuvo
la consecuencia que en adelante se les conociera como los Navarrillos, y a los
hijos de Soledad y de sus hermanos como los “hijos de los Navarrillos”. Y así
sucesivamente.
Su esposo, León Aureliano
Gutiérrez Castillo, (Santurtzi 7 de octubre de 1881- Portugalete 10 de julio de
1928), tenía ascendientes de Santurtzi al menos hasta el año 1704. Sus padres
fueron Camilo Antonio Gutiérrez Arana, lemán y patrón de pesca, nacido en
Santurtzi en 1838 y Concepción Castillo Ostria nacida en Santurtzi en el
año 1845. Tuvo siete hermanos. Alejandra, Juan, Dionisio, Emilia, Inés, Pedro y
Gregorio todos nacidos en Santurtzi.
León Aureliano, fue de
profesión marino y pescador en el arte del palangre, buen bogador y durante un
tiempo patrón de la trainera portugaluja “Virgen de la Guía”. Además de ser miembro de la Cofradía de Mareantes
de Portugalete.
En el arte de la pesca del
palangre tuvo un gran apoyo en sus hijos Antonio, y Miguel, que junto a él
también componían la bancada de las traineras en las que bogaban. Sin olvidar a
sus otros hijos: Patricio y Aurelio que les acompañaban en las faenas
ocasionalmente. No así su hija María “la nadadora”, que destacó y ganó varias
pruebas de natación en la Ría.
La “Navarrilla”, era la viva
imagen de la tradición de este pueblo jarrillero y pescador. Con su pañuelo a
la cabeza, su delantal de dril y descalza como todas las sardineras, alquilaba
los tinacos donde lavaba la pesca y después la salaba y vendía. Fueron
propietarios de varias lanchas de pesca con sus respectivos aparejos, que
fueron requisados en su totalidad con la entrada de los Nacionales en
Portugalete en la guerra civil. Todavía en casa se conserva el catalejo que
usaba por aquel entonces en sus faenas, y un aparejo suyo para pescar jibiones.
María
Soledad, en esta época como sardinera, vivía en el muelle viejo de Portugalete,
en la calle Manuel Calvo Nº15, lugar donde nacieron sus hijos;, Antonio Roque
en 1907, Patricio en 1909, Nieves 1911, fallecida a los pocos días de nacer,
Laura en 1913, María en 1915, Aurelio en 1920 y Miguel en 1922, Tanto mi abuela
como mi abuelo León Aureliano habían accedido a esta vivienda en régimen de
alquiler en el año 1905, fecha de su llegada a Portugalete desde el vecino
pueblo de Santurtzi.
La Navarrilla y su familia, por su destacada
participación la Revolución de octubre de 1934 se vieron obligados a abandonar
la vivienda del muelle viejo. Anteriormente, a raíz del asesinato de José Luis
Garaizabal el 16 de julio de 1934, su hijo Antonio Roque, fue uno de los
detenidos por la guardia civil. El trato que recibieron en la detención tanto él
como sus compañeros, y la afiliación política de la familia fueron causa en el
devenir futuro.
En el Fuerte, sus habitáculos se acondicionaron
como viviendas, y sus destinatarios eran aquellos vecinos y transeúntes que
carecían de ella. En esta época compartieron miserias y pesares con Florencio
Villar “Negus” e Isabel Hormilla, y tantas familias más que de tal manera quedó
reflejado en el periódico Euskadi Roja del 4 de abril de 1936.
— “En otras habitaciones, de aspecto tanto o más miserable, viven Escola,
Bernarda de los Santos, Barril, Gregoria, “la
Navarrilla” y muchos más. Por debajo del tabal entra el viento con furor.
Esto está lleno de ratas, de enormes proporciones. . . Parecen gatos por su
tamaño. Al hijo de Barril le ha mordido en una mano una de estas ratas.
Suele haber a veces prosigue numerosos enfermos, muchos de ellos
de enfermedades contagiosas. En la actualidad hay algunos tuberculosos, que
padecen accesos y vómitos de sangre. Tampoco los retretes tienen agua. . .
He aquí lo que hemos escuchado y presenciado. Más de 27
familias, unas 150 personas, viven hacinadas como bestias en inmundas pocilgas
infectadas y malolientes, en el fuerte de San Roque, conocido por Abisinia.
Carecen de los más elemental: de agua. Hay goteras los días lluviosos, penetra
el viento por todas partes; los olores son insoportables, abundan los piojos y
enormes ratas hambrientas, que clavan sus repugnantes colmillos en las carnes
famélicas y doloridas de estas pobres gentes. . . Hay enfermos de tuberculosis
que sufren vómitos de sangre. . .”
Con la
amenaza de la entrada en Portugalete de
las fuerzas golpistas, la familia se divide, unos se dirigen al frente de
Asturias y la Navarrilla acompañada de su hija María, se refugian entonces en
Guriezo, en casa de su madre y abuela, María Nieves Santa Cruz. Ellas, junto con otros portugalujos, evacuaron
el pueblo por miedo a los bombardeos que tuvieron lugar, previos a la ocupación
de la Villa, en el mes de junio de 1937.
Contaba María, cómo los nacionales la cogieron presa junto a su madre
sin ningún motivo y las despojaron de sus pertenencias, a ella, la primera copa
que ganó a los doce años como nadadora, doliéndola profundamente que la desposeyeran
de su primer tesoro.
Sería en una fecha señalada cuando la dejaron libre: el día de
Navidad precisamente, y desde allí durante cuatro horas anduvo con paso
ligero y espíritu libre hasta llegar de nuevo a Portugalete…
No tuvo la misma suerte
su madre María Soledad Moral Santa Cruz “La Navarrilla”, porque a comienzos del
año 1938 en un juicio militar, fue condenada a cumplir 6 años de prisión en la
cárcel de mujeres de Saturrarán (Motriku). Condena que no cumplió en su totalidad,
puesto que, gracias a un indulto, regresó a Portugalete en el año 1939. "La
Navarrilla", al ingresar con 55 años de edad tuvo el desagradable honor de ser
una de las mujeres más veteranas en dicha cárcel, y por su rebeldía ante las
monjas, estuvo castigada en infinidad de ocasiones.
María Soledad, tuvo tiempo
antes de fallecer en 1944 de ver reunida a su familia en un piso que alquilaron
en Abatxolo Nº9, 1º izq, casa donde yo nací en 1955. Si ella retornó de Saturrarán, sus hijos Patricio y Antonio lo
hicieron del campo de prisioneros de Río Seco en Valladolid y de Santiago
de Compostela en Galicia. "La Navarrilla",
siguió hasta su muerte relacionada con la venta de pesca que mayormente pescaba
su hijo Antonio, y ello gracias al bote que compraron y pusieron por nombre”
Tres Hermanos”. Mientras tanto su hija
Mari triunfaba en las travesías del Abra de 1942 y 1944, o consiguiendo los
títulos de campeona vizcaína y vasco-navarra, récord femenino de Bizkaia en 100
m, entonces en el Club Deportivo de Bilbao hasta 1948, en que se fundó la
Sociedad Deportiva Náutica de Portugalete.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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