miércoles, 3 de enero de 2018

MARIA SOLEDAD "LA NAVARRILLA"







































María Soledad Moral Santa Cruz “La Navarrilla” (Santurtzi 31 de diciembre de 1882 - Portugalete 7 de marzo de 1944), era sardinera, pescadera del pueblo de Portugalete. Nació, en el barrio de santurtziarra de Mamariga, lugar donde a su familia tanto en ese pueblo como en Portugalete tradicionalmente se les conocía y conoce como los “Navarrillos”, apodo que con orgullo llevamos todos sus descendientes. Era mi abuela.

Su padre Patricio Moral Santa María, nació en el año 1863 en Soncillo (Burgos) y falleció el 30 de agosto de 1907 a la edad de 44 años en Santurtzi. Su madre se llamaba María Nieves Santa Cruz Pico, nacida en el año 1859 en Guriezo (Santander) y falleció en Santurtzi, el 28 de octubre de 1938 a los 88 años de edad.

María Soledad tuvo otros cinco hermanos: Felipe, Camilo, Pedro, Francisca, y Rogelio, todos nacidos en Santurtzi. Su madre, María Nieves Santa Cruz llegó a Santurtzi acompañada por su hermana Ruperta que se casó con José Landera González, y su padre Patricio, cuando llegó a Santurtzi, lo hizo acompañado de su hermano Lorenzo que se casó con Francisca Larena Urioste. Por esta razón la familia del difunto sacerdote Román Landera, estaba emparentada con “la Navarrilla”.

El apodo “la Navarrilla” tiene su origen, en que sus padres con el fin de trabajar en las minas de Triano, llegaron a Santurtzi alrededor del año 1880 procedentes de Navarra. Lejos de vivir en barracones, como desgraciadamente vivieron muchas familias de inmigrantes, buscaron mejor cobijo en el pueblo, y en concreto en el barrio pescador de Mamariga.  La novedad en el barrio de personas oriundas de Navarra, tuvo la consecuencia que en adelante se les conociera como los Navarrillos, y a los hijos de Soledad y de sus hermanos como los “hijos de los Navarrillos”. Y así sucesivamente.


Su esposo, León Aureliano Gutiérrez Castillo, (Santurtzi 7 de octubre de 1881- Portugalete 10 de julio de 1928), tenía ascendientes de Santurtzi al menos hasta el año 1704. Sus padres fueron Camilo Antonio Gutiérrez Arana, lemán y patrón de pesca, nacido en Santurtzi en 1838 y Concepción Castillo Ostria nacida en Santurtzi en el año 1845. Tuvo siete hermanos. Alejandra, Juan, Dionisio, Emilia, Inés, Pedro y Gregorio todos nacidos en Santurtzi.

León Aureliano, fue de profesión marino y pescador en el arte del palangre, buen bogador y durante un tiempo patrón de la trainera portugaluja “Virgen de la Guía”.  Además de ser miembro de la Cofradía de Mareantes de Portugalete.

En el arte de la pesca del palangre tuvo un gran apoyo en sus hijos Antonio, y Miguel, que junto a él también componían la bancada de las traineras en las que bogaban. Sin olvidar a sus otros hijos: Patricio y Aurelio que les acompañaban en las faenas ocasionalmente. No así su hija María “la nadadora”, que destacó y ganó varias pruebas de natación en la Ría.

La “Navarrilla”, era la viva imagen de la tradición de este pueblo jarrillero y pescador. Con su pañuelo a la cabeza, su delantal de dril y descalza como todas las sardineras, alquilaba los tinacos donde lavaba la pesca y después la salaba y vendía. Fueron propietarios de varias lanchas de pesca con sus respectivos aparejos, que fueron requisados en su totalidad con la entrada de los Nacionales en Portugalete en la guerra civil. Todavía en casa se conserva el catalejo que usaba por aquel entonces en sus faenas, y un aparejo suyo para pescar jibiones.

María Soledad, en esta época como sardinera, vivía en el muelle viejo de Portugalete, en la calle Manuel Calvo Nº15, lugar donde nacieron sus hijos;, Antonio Roque en 1907, Patricio en 1909, Nieves 1911, fallecida a los pocos días de nacer, Laura en 1913, María en 1915, Aurelio en 1920 y Miguel en 1922, Tanto mi abuela como mi abuelo León Aureliano habían accedido a esta vivienda en régimen de alquiler en el año 1905, fecha de su llegada a Portugalete desde el vecino pueblo de Santurtzi.

La Navarrilla y su familia, por su destacada participación la Revolución de octubre de 1934 se vieron obligados a abandonar la vivienda del muelle viejo. Anteriormente, a raíz del asesinato de José Luis Garaizabal el 16 de julio de 1934, su hijo Antonio Roque, fue uno de los detenidos por la guardia civil. El trato que recibieron en la detención tanto él como sus compañeros, y la afiliación política de la familia fueron causa en el devenir futuro.





















En esta situación, fueron a vivir en el año 1935
a los mal acondicionados restos de la que fuera una de fortificación de defensa liberal en las guerras carlista, conocido como "Fuerte San Roque", o como también se le conocería, "Abisinia".
En el Fuerte, sus habitáculos se acondicionaron como viviendas, y sus destinatarios eran aquellos vecinos y transeúntes que carecían de ella. En esta época compartieron miserias y pesares con Florencio Villar “Negus” e Isabel Hormilla, y tantas familias más que de tal manera quedó reflejado en el periódico Euskadi Roja del 4 de abril de 1936.

— “En otras habitaciones, de aspecto tanto o más miserable, viven Escola, Bernarda de los Santos, Barril, Gregoria, “la Navarrilla” y muchos más. Por debajo del tabal entra el viento con furor. Esto está lleno de ratas, de enormes proporciones. . . Parecen gatos por su tamaño. Al hijo de Barril le ha mordido en una mano una de estas ratas.
Suele haber a veces prosigue numerosos enfermos, muchos de ellos de enfermedades contagiosas. En la actualidad hay algunos tuberculosos, que padecen accesos y vómitos de sangre. Tampoco los retretes tienen agua. . .
He aquí lo que hemos escuchado y presenciado. Más de 27 familias, unas 150 personas, viven hacinadas como bestias en inmundas pocilgas infectadas y malolientes, en el fuerte de San Roque, conocido por Abisinia. Carecen de los más elemental: de agua. Hay goteras los días lluviosos, penetra el viento por todas partes; los olores son insoportables, abundan los piojos y enormes ratas hambrientas, que clavan sus repugnantes colmillos en las carnes famélicas y doloridas de estas pobres gentes. . . Hay enfermos de tuberculosis que sufren vómitos de sangre. . .”
Con la amenaza  de la entrada en Portugalete de las fuerzas golpistas, la familia se divide, unos se dirigen al frente de Asturias y la Navarrilla acompañada de su hija María, se refugian entonces en Guriezo, en casa de su madre y abuela, María Nieves Santa Cruz. Ellas, junto con otros portugalujos, evacuaron el pueblo por miedo a los bombardeos que tuvieron lugar, previos a la ocupación de la Villa, en el mes de junio de 1937.

Contaba María, cómo los nacionales la cogieron presa junto a su madre sin ningún motivo y las despojaron de sus pertenencias, a ella, la primera copa que ganó a los doce años como nadadora, doliéndola profundamente que la desposeyeran de su primer tesoro.























No olvida cómo tuvo que trabajar para ellos, limpiando, guisando en el convento requisado a las Hermanas Clarisa y convertido en prisión. Y evoca el recuerdo de una imagen que había en la capilla que servía de cierre a un pasadizo secreto, algo que entonces le impresionó.

Sería en una fecha señalada cuando la dejaron libre: el día de Navidad precisamente, y desde allí durante cuatro horas anduvo con paso ligero y espíritu libre hasta llegar de nuevo a Portugalete…

No tuvo la misma suerte su madre María Soledad Moral Santa Cruz “La Navarrilla”, porque a comienzos del año 1938 en un juicio militar, fue condenada a cumplir 6 años de prisión en la cárcel de mujeres de Saturrarán (Motriku). Condena que no cumplió en su totalidad, puesto que, gracias a un indulto, regresó a Portugalete en el año 1939. "La Navarrilla", al ingresar con 55 años de edad tuvo el desagradable honor de ser una de las mujeres más veteranas en dicha cárcel, y por su rebeldía ante las monjas, estuvo castigada en infinidad de ocasiones.

María Soledad, tuvo tiempo antes de fallecer en 1944 de ver reunida a su familia en un piso que alquilaron en Abatxolo Nº9, 1º izq, casa donde yo nací en 1955. Si ella retornó de Saturrarán, sus hijos Patricio y Antonio lo hicieron del campo de prisioneros de Río Seco en Valladolid y  de Santiago de Compostela en Galicia. "La Navarrilla", siguió hasta su muerte relacionada con la venta de pesca que mayormente pescaba su hijo Antonio, y ello gracias al bote que compraron y pusieron por nombre” Tres Hermanos”. Mientras tanto su hija Mari triunfaba en las travesías del Abra de 1942 y 1944, o consiguiendo los títulos de campeona vizcaína y vasco-navarra, récord femenino de Bizkaia en 100 m, entonces en el Club Deportivo de Bilbao hasta 1948, en que se fundó la Sociedad Deportiva Náutica de Portugalete.

 Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales


















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