miércoles, 21 de julio de 2021

ERMITA SAN CRISTÓBAL REPÉLEGA

 

ERMITA SAN CRISTÓBAL REPÉLEGA


En el Archivo Histórico Foral de Bizkaia (AHFB/DFB), signatura; Santurtzi 6225/002 se localiza un documento muy ilustrativo sobre los orígenes de la ermita de San Cristóbal del barrio de Répelega

“Libro de cuentas presentadas por los mayordomos de la Ermita de San Cristóbal, situada en el barrio de Repélaga de Santurce, correspondiente a los años de 1673 a 1832. 

Comienza con un breve del Papa Alejandro VII, dado en Roma, el ocho de marzo de 1663, por el que concede indulgencias por la erección y mantenimiento de la ermita. 

Continúa una copia del auto dictado por los provisores del Arzobispado de Burgos el treinta de agosto de 1661 por el que dan permiso a los vecinos de Santurce para construir una ermita en el barrio de Riva bajo la advocación de San Cristóbal, y del acto de dotación después de haberla construido efectuado por los vecinos promotores el nueve de julio de 1662. Incluye las actas de las visitas efectuadas por el visitador general del Arzobispado.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

sábado, 10 de julio de 2021

TESTAMENTO Y DEMANDA DE UNA CAPELLANÍA

 

TESTAMENTO Y DEMANDA DE UNA CAPELLANÍA



En la Villa de Portugalete a veinte de abril de mil ochocientos veinte y ocho, constituidos a presencia de mí el escribano público y testigos a bajo nombrados, Francisca de los Heros viuda de Silvestre de la Sierra y Francisco de Arana por sí y en representación de su mujer Ramona de los Heros, vecinos del Concejo de Santurce y moradores en su barrio de Nocedal a quienes convido dijeron:

Que por escritura otorgada con fecha del diez de diciembre de mil setecientos  treinta y siete, en fidelidad de Manuel de Villar, igual escribano que fue de este número, José y Juan de los Heros, padre e hijo, vecinos del expresado Concejo, impusieron censo redimible a favor de la Capellanía que mandó fundar Don Francisco de Elguera Salazar del capital de mil quinientos reales de vellón al rédito de tres por ciento con hipoteca especial de la casa en que habitan en otro barrio de Balparda, una heredad de catorce haces a la trasera de ella, otra de veinte más debajo de la misma, una viña de doce haces también a la trasera  de la citada casa, la mitad de una casa en el Mello, perteneciente la otra mitad a Juana y Santiago de Sanfuentes, un pedazo de viña de seis haces en el propio barrio del Mello, otro trozo de viñedo con tres haces, otros seis haces de pan sembrar, todo en otro lugar del Mello. Dos heredades de seis haces cada una debajo de Capetillo, y finalmente otra heredad de treinta y dos haces cerrada en el sitio del Regato, libres de todo otro gravamen y responsabilidad.

Habiendo tomado razón de esta Escritura en el Oficio de Hipotecas al reverso del folio sesenta y cuatro del libro segundo correspondiente a los Tres Concejos del Valle de Somorrostro. Tal cual por diligencia puesta a su continuación en tres de noviembre de mil setecientos noventa y tres, ante Manuel de Chavarri, vicario de partido y Juez de comisión por fe del notario Francisco de la Mier, reconoció Ventura de los Heros, padre y suegro de estos relacionantes como hijo y nieto de los fundadores y poseedores de las fincas hipotecadas.



Que con estos antecedentes, Don Juan Bautista de Arauco, cura Beneficiado de esta Villa y Capellán actual, ha reclamado seiscientos cuarenta y cinco reales de réditos atrasados y vencidos hasta diciembre último, proponiendo en el Juzgado de otros Concejos y mi testimonio demanda ejecutiva por lo tocante a los nueve años y medio últimos, y otra en juicio ordinario por los anteriores que aun que de pronto se dirigieron contra la Francisca de los Heros mediante la mancomunidad, han sido ampliadas posteriormente a la mencionada Ramona, Francisco y María de los Heros, sus hermanos, legítima consorte de la última de ramón de Zuazo, vecino de Santa Juliana de Abanto.

Y considerando esto, que la casa de Balparda no admite como su división y que de distribuirse las tierras labrantes entre los tres, quedarían reducidas a pequeñas porciones, fuera de que el referente censo, réditos, costas originadas y otras deudas posteriores que gravitan sobre ellas, han cedido y renunciado francisco y María con el Marido de esta, sus derechos y acciones de la herencia paterna y materna tocantes a efectos raíces en favor de Arana y su esposa Ramona de los Heros por instrumento que acaban de formalizar en mi registro, quedando al cargo de los Comisionarios el reconocimiento del censo y satisfacción de ventas.

En consecuencia, confesando como confiesan que la Francisca de los Heros como hija y heredera de Bentura, habida en su primer consorcio con Francisca de Cardón, posee un aparte de la casa de Balparda, la heredad de catorce haces a la trasera de ella, un pedazo de tres haces en el Mello y la cuarta parte de los treinta y dos que contiene la del sitio del Regato, y que todo lo demás ha recaído por la expuesta razón en la expresada Ramona y su esposo por la representación del cual Bentura y Ramona de Zuazo, sus padres, con la advertencia de no existir la mitad de la casa del Mello por haberse arruinado, ni las cepas ni el viñedo estando reducido a tierra labrante.



Otorgan que sin alterar ni innovar en manera alguna otra Escritura de fundación censual, antes bien, dejándola en su fuerza y rigor derecho y antelación, reconociendo la expresada Capellanía por dueña y señora del capital de mil quinientos reales de vellón a su actual obtentor, Don Juan de Arauco por acreedor legítimo de los réditos vencidos que ofrecen satisfacer con las costas ocasionadas a la mayor brevedad, así que contribuirán puntualmente cada uno en la parte que le incumbe sin perjuicio de la mancomunidad con los que se devengaren mientras no conste se redención. A cuyo cumplimiento se obligan con todos sus bienes de presente y por haber.

Y recibiendo como si fuese sentencia definitiva dada, pronunciada, consentida y parecida en juzgado, para que así se les haga observar y a sus sucesores, confieren amplio poder con sumisión a los Tribunales y Justicias competentes, renunciando las leyes de la Casa Asilo, otorgan siendo testigos: Don Pedro García, Don Pedro Manuel de Llano y Don Timoteo de Escarza de esta vecindad y residencia. Manifiestan aquellos que no saben firmar y a su ruego lo hacen los últimos y con la prevención de que el Capellán Arauco deberá acudir con la copia auténtica de esta escritura dentro de treinta días, a tomar razón en el Oficio de Hipotecas de los Tres Concejos de Somorrostro, en conformidad de la Real Pragmática sanción que trata de la materia expedida el treinta y uno de enero de mil setecientos setenta y ocho. Escribano, Don Clemente de Urioste.

ES/AHEB-BEHA-/F006.283 (3045/001.12)

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

 

 

                            

viernes, 2 de julio de 2021

2 DE DE JULIO 1996 AHV LAS MISERIAS

 

2 DE JULIO 1996 AHV, LAS MISERIAS 

Aniversario del cierre del horno María Ángeles de AHV. El 2 de julio de 1996 se realizó la última colada, y ese día me despidieron de la empresa, junto con un amplio colectivo de trabajadores. Han trascurrido 25 años de este hecho, y noticias de prensa, exposiciones de imágenes de la antigua siderurgia, recordarán esta efeméride. Yo lo haré a mi manera, recordando lo que supuso para mi y mi familia este cierre patronal. Que no difiere sustancialmente por lo que pasaron muchos más Compañeros.

El tiempo que trascurre entre la Marcha de Hierro, octubre de 1992 y el cierre de la mayoría de las instalaciones de AHV en junio de 1995, en medio el viaje a Bruselas, es un periodo convulsivo en el seno de la empresa. Un periodo que  destaca sobre todo por el cierre paulatino de las plantas productivas, (Baterías de Cok, hornos altos, talleres auxiliares, etc.) y con unas reestructuraciones internas que hacían necesario la recolocación del excedente de personal. Esto fue el anticipo de las salidas geográficas a otras provincias, o meramente a otras empresas de una parte de los trabajadores. Algunos, los más afortunados, recalaron en la ACB de Sestao, y otros en la cercana planta de Bandas de Etxebarri. Otros a causa de este proceso llegamos hasta Lesaka- Navarra,  otros, los que en buena o mala suerte jugó  su destino, terminaron fuera de las plantas que AHV tenía repartidas en el territorio nacional español. El resto de trabajadores salieron con indemnizaciones voluntarias o fuera de empresas del ámbito de la siderurgia española.


Fue además un periodo rico en solidaridad, y lazos de unión con personas que en mi caso aún perduran. Tiempos que el desahogo, las risas y la penas, o eran compartidas, o acababan contigo.

Periodo de enfrentamientos y debates internos, donde los trabajadores nacidos hasta mediados del 1947 pugnaban para que se cerrara la empresa cuanto antes, y así ellos poder pasar a una jubilación de lujo. Donde su insolaridad hizo que se me cayera la venda de los ojos, y viera que cierto egoísmo personal estaba muy por encima de la lucha de clases. Donde el sálvense quien pueda era su primer mandamiento. Época en la cual era muy normal escuchar por parte alguno de aquellos que administraban nuestro futuro con cierto tufo de poder sindical, que  ante una crítica te respondieran:” si por mi decisión me tienes que llamar tonto o hijo de puta, pues llámame hp”. Unos impresentables.

 En mi Memoria Histórica de aquella época, que como digo se debatía el futuro de la plantilla, uno pasó por contabilizar 52 días de huelga sin salario, encerronas en la empresa e intervenciones diarias en las asambleas de fábrica. Esto y más fueron generando el germen futuro con el que me recompensaría la empresa, y los sindicalistas a los que les leía sus vergüenzas, no a todos, a los más sinvergüenzas. Algunos de ellos estando protegidos por unas siglas sindicales, robadas y aprovechadas sin ningún tipo de recato. Así, sin proponérmelo, por el mero delito de defender con la palabra los derechos de los trabajadores, entré en el apartado de represaliado laboral.



Aquellos mal llamados líderes, que convocaban paros patronales los fines de semana, con la consiguiente pérdida salarial de los trabajadores, salario que se ahorraba la empresa, mermaba y dividía a los trabajadores, y ejercía un nulo efecto en una empresa abocada al cierre. Con qué poco gusto escuchaban mis críticas. Era la ración diaria que tenían que soportar, y cuanto les agradeció la empresa posteriormente por todo ello. Por mi parte, cuantas amenazas veladas recibí, que luego se ejecutaron por parte de la Empresa.

Fueron días dignos por el mero hecho de estar acompañados por nuestras mujeres, ellas nunca nos dejaron en la estacada, recibiendo también de lo suyo por parte de la policía, en la defensa de los puestos de trabajo de sus maridos y el porvenir de sus hijos. Donde la empresa no podía ejercer su poder, llegaba el de las porras. No estuvieron todas, pero si las más significativas, las que estaban convencidas que “pelear merece la pena”.

Mi actividad en defensa de nuestros puestos de trabajo, pronto me hizo ver la realidad de que ni la empresa ni los sindicatos harían por reconocerme y concederme lo que tenían firmado, y además, a mi me pertenecía por derecho. En aquella época una vez que se tomó la decisión del cierre total de la siderurgia, pocos apostaban por el futuro laboral de los que más nos habíamos destacado y menos habíamos bajado la cerviz.



Como recuerdo a mi amigo Eduardo González despedirse el día que en una asamblea no pudo más ante tanta desfachatez y anunció que pedía la cuenta. Nos llamaban violentos, cuando esta violencia era producto de la rabia que producían sus actuaciones Que felicidad para los tramposos, un enemigo menos. ESK era en AHV una referencia de sindicato combativo.

Al ser oficial instrumentista de 1ª desde el año 1978, con el cierre de las Baterías de COK el 31 de agosto de 1994, lugar donde trabajaba desde veinte años atrás, me hubiera correspondido ir a cubrir plazas vacantes de mi categoría en Bandas de Etxebarri, y en lugar de eso mandaron a compañeros míos de menor categoría y experiencia. Aquella lista fotocopiada, que me pasaron bajo manga en la que mi nombre aparecía subrayado con el apunte al margen “de quitar”, era definitivo para saber que mi suerte estaba echada. Si me la pasaron a propósito con el ánimo de ver mi reacción y humillarme, poco me conocían, jamás mi dignidad la he expuesto en el mercado de la corrupción. 

 Mis años en las Baterías de Cok con: Isi, Ángel Incertis, Bergara, Jesús Gonzalez "Zalillo", recuerdos interminables.

Después del cierre de las Baterías, me premiaron con la aplicación del expediente de regulación de empleo y posteriormente a finales de setiembre del 1994 con un puesto de obrero en la Colada Continua. Puesto que ocupé hasta el 1 de julio de 1996.



En este tiempo, salieron las plazas para cubrir los futuros puestos en la ACB, me presenté aprobé los exámenes, y por lo tanto al tener plaza me correspondía estar a la espera de acudir a los cursillos de formación. No necesité mucho tiempo para darme cuenta de que tampoco contarían conmigo y que se saltarían sus propias reglas. Esto no hubiera sido posible si los que decían defender a los trabajadores hubieran actuado con principios y dignidad, pero ahí cada cual miraba más las cifras sindicales que la dignidad y los derechos de la totalidad de la plantilla.

Tenía entonces un jefe en expedición de bobinas a la fábrica de Ansio, Bárcenas de apellido y que acabó en Sagunto. Él siendo conocedor de que yo había aprobado y tenía por tanto una plaza en la ACB, me animaba y me aconsejaba que no hiciera otros planes que no fueran el de trabajar en Sestao. El día que se hizo pública la lista definitiva de trasladados y al ver que yo no estaba incluido en ella me dijo :” Aurelio no hay derecho lo que están haciendo contigo, son unos hijos de p…” Amigo, no te faltaba razón, pero al dar la cara por mí, la empresa, y sus secuaces te castigaron con el destierro. Y es que la primera regla de aquellos mezquinos se basaba en la máxima de "Roma no paga a traidores. Y ser amigo o defenderme no cotizaba al alza.



Esta es la época en la que coincido con Eugenio Cimarras en Expediciones de Bobinas, compañero de trabajo, de relevo y de ilusiones en el futuro compartido a tierras navarras. Él y su esposa Pili nos acogieron en su casa de Legasa cuando fuimos a Navarra trasladados y nos dieron ese calor necesario que necesitan los desorientados. Recuerdo con mucha satisfacción el tiempo que pasé en la colada continua. Entonces había muy buenas personas alrededor. Cerca, como electricista trabajaba mí ya fallecido amigo, Isidoro Revilla; que feliz fueron las horas que compartimos en el tajo y fuera. Que fácil era supervivir juntos. La lucha de Bilme, de Obrascón, en el año 1979 nos unió y de qué manera. Me llamaba "Aurelito el Rojo", y cuando vinimos a Lesaka me regaló el Estatuto de los Trabajadores, ya sabía él que la cabra siempre tira para el monte. Existió un momento de nuestra Vida, que juntos en la boca del tragante del Horno Alto María Ángeles, en una mañana de escaqueo arreglamos el mundo y nos sobró tiempo. Isi, cuanto te he echado en falta, en mi corazón guardo tu recuerdo y cuanto he llorado su ausencia.

Ante la imposibilidad de tener opción de encontrar trabajo en alguna de las empresas que AHV tenía en Bizkaia, es el momento de probar suerte, y solicito ir voluntario junto con Eugenio a trabajar a Lesaka. Él fue, yo no lo conseguí en principio, el fue en enero de 1996, yo en setiembre. Parecía que no existían argumentos en contra, y querían quitar cuanto antes al personal e ir reubicándolos. A golpe de porcentaje los de los sindicatos nacionalistas a Navarra, los de los sindicatos estatales a Asturias. Hasta me animan como a otros, que, si podemos resolver el problema de la vivienda antes de partir, es lo que llevamos por delante.


Así lo hago y en agosto de 1995, realizamos un contrato de compraventa del piso de Santurtzi, recibiendo como primer pago un millón de pesetas a cuenta, y que en caso de que decidera no seguir adelante, con el acuerdo de devolver al comprador el doble. Me animo a esto porque la Dirección de la empresa en Sestao en todo momento nos dicen que nuestra salida sería teniendo en cuenta el periodo de escolaridad de nuestros hijos, o sea sobre setiembre. Sin embargo, parte de mis compañeros irían en enero del siguiente año y en mi caso, mi salida sería un año después, el 16 de setiembre de 1996, y después de muchas aventuras.

La desgracia de la desaparición de mi Ama después de una grave enfermedad sucede el 12 de octubre de 1995, al día siguiente, a pesar de ser escasos los trabajadores que quedaban, los de las oficinas y alguno desperdigado por los talleres, acudo a notificarlo y a colocar un par de esquelas en la fábrica, tal y como era costumbre.

En aquel entonces trabajaban dependiendo del departamento de RRHH mis compañeros Juan Luis García y Javier Estébanez. Juntos habíamos coincidido trabajando en la empresa y a la vez estudiando psicología en la UNED de Bergara y en Zorroaga. Con Juanlu me unía además que habíamos estudiado juntos electrónica en la escuela de Minas, juntos trabajamos en AHV como instrumentistas en el Control Térmico de Baracaldo y juntos formamos en 1978  los inicios del sindicato LAB. Al primero que le di la noticia fue a Juanlu, y ante mi pregunta de cómo estaba mi futuro, su respuesta fue; que veía algo raro, que no aparecía en la primera lista de salida a Navarra, y lo mejor era preguntar en RRHH de Baracaldo.

Juan Luis García, es el culpable de las horas felices que me han regalado músicos como: Tangerine Drean, Mike Oldfield, Pink Floyd, que por cierto gracias a Mike Oldfield la Marcha se me hizo muy llevadera escuchando rato si y rato también, su Tubular Bells II, publicado ese año.

Hacía allí me encaminé y acto seguido me dirigí a la oficina del responsable de RRHH, Miguel Angel Lujua. Le conté el motivo de mi presencia, la muerte de mi madre y a la vez querer ser conocedor de mi futuro. Ante una pregunta suya de cuál es mi nombre y apellido, el me respondió, “tú eres el famoso Aurelio, si por mi fuera no trabajarías en una empresa que tuviera más de tres trabajadores”. Su oferta ir a trabajar a un almacén a un pueblo de Murcia, El Palmar, o bien a Badajoz. El mundo se hundió a mis pies ante tal oferta y ante ese ser tan despreciable. Le hago el comentario de que, ante premisas de la empresa, había apalabrado la venta del piso,  su respuesta fue, que ese sería mi problema que la salida de personal la firmaba él y nunca me permitiría trabajar para AHV. Aunque hoy en día ya no tenga rencor por aquella vivencia, no quiero ni tengo necesidad de olvidarlo, porque su nefasta actuación fue una enseñanza de Vida para mí, y ejemplo de lo que no hay que hacer con tus semejantes. Este individuo llegó a ser presidente de Confebask, será normal, en el infierno solo se admite a la malicia.

Pasado un tiempo, una persona de confianza que llegó a conocer y a leer mi expediente socio laboral, me dijo que un tonto a las tres había anotado entre otras lindeces “habla en las asambleas con el EGIN debajo del brazo”. Lo del expediente era muy común, empezaron con el régimen franquista y continuaron con sus maneras policiales.




Quiso que la diosa fortuna, o quizás el reciente espíritu fallecido de mi Ama, que, al salir de la oficina pasara por el pasillo Javier Estébanez. Nos saludamos, hablamos, y como a Lujua le pareció extraño que me conociera, le hizo pasar y Javier a mí me hizo esperar. Después tomando un café, me comentó que el impresentable le había interrogado sobre mi persona y que opinión tenía de mí. Javier, lo cual siempre le estaré agradecido, le dijo que independientemente de mis ideas políticas, laboralmente y como persona no tenía ninguna queja.

Buscaron entonces una solución, mandarme al almacén de Villabona en Guipúzcoa, bueno no está mal, superaba la primera oferta, seríamos 7 los trabajadores. Para ello me tenía que formar, sobre todo en informática, y mientras pasaba el tiempo que yo me formaba en una academia, mes a mes me iban dando largas, y por lo tanto otra vez crecía la inquietud de mi futuro laboral. Pero no era así, casualidades de la Vida, y que conocí posteriormente por mi situación sindical en Lesaka, había en aquel entonces dos eventuales parientes de unos que habían hecho del sindicato su profesión, aunque todos éramos afiliados ELA, que al ser conocedores de las plazas que había en Villabona, hicieron internamente todo lo posible para que sus parientes fueran al almacén y yo ocupara el puesto de peón  en la planta de Lesaka, lo cual alargaba mi salida de Bizkaia.




Así por ese giro del destino, bendito destino, acabé en Lesaka y no de almacenero en Villabona. Eso sí, con la gratificación de la pérdida anual de un millón de pesetas, quinientos euros mensuales de hoy en día, con la categoría de peón, y con el compromiso por mi parte a Javier Estébanez de que aparcaría temporalmente mi ímpetu defensor de causas perdidas.

Administraban por cuenta propia en aquel entonces la sección sindical de ELA en Lesaka, unos individuos que se asemejaban a Mortadelo y Filemón, con más mando Mortadelo que su paje. Como todos los ruines, administraban el sindicato como un cortijo propio, manejando sobre todo a los trabajadores eventuales que no eran pocos, como mercancía propia. La Dirección de la empresa les dejaba hacer, con pingues beneficios para este par y sus compinches. Personas soberbias y carentes de escrúpulos humanos. De las miserias y de comer de la mano de su amo habían llegado al convencimiento, que, aunque a su hábitat natural les correspondía los oficios destinados a los criados, solo por el mero hecho de compartir con él la misma finca, se querían igualar al dueño.

Por aquel entonces, y hasta que me desengañé, los viernes solía acudir a las concentraciones en favor de los derechos presos que se realizaban en Bera. Un día, sin embargo, uno de este par de trúhanes conocedor de estos hechos, me insinuó que el sindicato no veía con buenos ojos estas presencias mías en el puente, literalmente le mandé a la mierda. A partir de entonces, sería sobre el año 1998, con esta gentuza, palo y a la cabeza.

En agosto del año 2002, y con las elecciones sindicales en ciernes, visto que su situación en ELA era ya inaguantable, estos individuos quisieron dar un golpe sindical, pasándose a otro sindicato de ámbito nacional UGT, queriendo de paso que lo hiciéramos todos los afiliados, en una jugada estratégica propia de cortos mentales. Ahí comenzó su declive personal y mediático, acabando con una patada en el culo, cambio de cromos y olvídame por parte de la Dirección de la Empresa. La causa, un grupo pequeño, pero leales a ELA reorganizamos el sindicato con excelentes resultados. A partir de entonces, los nuevos actores en escena obligaron a los amos del cortijo a diseñar otra estrategia. Y una vez más se cumplió la máxima, de "Roma no paga a traidores". No sé por qué asociación de ideas, pero estos individuos siempre me recuerdan a los requetés de 1936.

Gracias a la situación que se generó en ELA, con la salida de esta cohorte de impresentables, de mis últimos 20 años que han trascurrido en esta planta, los buenos momentos superan con creces a los malos, destacando los 14 años que dediqué a lo que mejor he sabido hacer, defender los derechos de los trabajadores, siempre con la máxima de dar, sin esperar a recibir nada a cambio.

tengo claro que el no ser dueños de nuestro destino ni planificar a ciencia nuestro futuro, mi presencia en Lesaka le ha supuesto a más de uno una amargura que les durará hasta el final de sus días, de lo cual me alegro.

Ahora bien, como lo cortés no quita lo valiente, les doy las gracias a los que sin proponérselo me han dado la oportunidad de conocer a unos Amigos, de los que ya no quedan, aquellos, que lo que te dan lo hacen con una sonrisa. Gracias, a Larri, Txema, Xanti, Patxi, pude y puedo cuando coincidimos, ser una persona feliz.

Gracias también porque me dieron la oportunidad de conocer a compañeros como: Edurne, Marivi, Luis Mari, Xabiko,  Javier Arregui, Josu Iriondo,  Andoni Viana, Burgaña, Obeso, Briones, Santiago Ybargaray, Carlos, Imanol, Jon Garmendia, Montxo, Manolo, Félix, Batti, Santi, Fernando Santa María, y muchísimos más.

Gracias a Marisa y Toño, porque nos demostraron con sus actos el verdadero  concepto de la Solidaridad.

Y por encima de todos los agradecimientos a Asun y Lorea que fueron las que me mantuvieron vivo y solidarias con mis convicciones.

Y tengo la necesidad de contarlo, porque existimos mientras alguien nos recuerde.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales.