lunes, 3 de junio de 2024

 

EFEMÉRIDE DEL BLOG LA VIDA PASA



Cumplidos los  propósitos por los que me embarqué en crear el blog LA VIDA PASA y que entre otros eran relatar la historia familiar, historia parcial que ha sido publicada en el día de hoy, esta efeméride me hace recordar cómo y cuándo fue su comienzo.

Al poco de mi jubilación laboral en Lesaka en  el mes de abril del 2016, mi tiempo de ocio transcurría entre paseos por el monte, investigar y publicar hechos y acontecimientos sucedidos en Bera a lo largo de su historia y sobre todo aquello que estuviera relacionado con mi familia “Los Navarrillos”.

Así que en las navidades del año 2016 coincidiendo con nuestro retorno a Santurtzi me decidí crear el blog, LA VIDA PASA. La estructura general ya la tenía formada en mi cabeza, me faltaba la imagen que ilustrara el blog, y en estos pensamientos estaba cuando en la cima del monte Larhun, un día de frio y nieve, un pequeño pájaro se posó al alcance de mi mano en uno de los muros que coronan la cima. Le saqué varias fotografías y en una de ellas vi resueltas mis dudas.

Ya en Santurtzi, como una cosa lleva a la otra, a la vez que iba conociendo pasajes de mis antepasados con los que alimentaba el blog, iban apareciendo noticias sobre Santurtzi y Portugalete las cuales las iba también incorporando, hasta llegar a la cifra actual. En ese tránsito fui descubriendo conocimientos y también a personas como Jon, Itxiar y María Jesús, que han sido fundamentales en muchas de las entradas del blog.

Y ahora que abandonamos Santurtzi para residir en Gasteiz y con parecidos pensamientos que tuve en Bera sobre el futuro del blog, recuerdo el día que estábamos sentados Asun y yo en un parque de la ciudad, y a escasos diez metros de distancia me encuentro frente a nosotros un pájaro dibujado en un mural, que bien pudiera ilustrar el epílogo de esta aventura, para ser el prólogo de otra.

Todo será una incógnita, una “X”. “X” como en Marx.

 
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales



Esta entrada que hoy publico, fruto del trabajo de investigación que he desarrollado en los últimos años, es la historia parcial de mi familia. Y que mejor comenzarla relatando los orígenes de mis abuelos paternos, María Soledad del Moral Santa Cruz y León Aureliano Gutiérrez Castillo.

Mi abuela era sardinera, primero en Santurtzi y posteriormente pescatera de la plaza de Portugalete, de nombre María Soledad del  Moral Santa Cruz, y nació  el 31 de diciembre del año 1882 en Santurtzi, en el barrio de Mamariga, lugar donde a su familia tanto en ese pueblo como en Portugalete tradicionalmente se les conocía y conoce como “Navarrillos o Navarros”, apodo que con orgullo llevamos todos sus descendientes.

                                                María Concepción " Navarrilla"

Su padre, Patricio del Moral Santa María, nació en Soncillo-Burgos en el año 1862 y falleció en Santurtzi el 30 de agosto de 1907, en cuyo momento trabajaba como empleado municipal y además era marino. Sus padres fueron; Felipe Pedro Moral natural de Sala de los Infantes (Burgos) y María Santa María natural de Poza de la Sal (Burgos).

Triste y feliz coincidencia esa fecha del 30 de agosto, puesto que coincide con el nacimiento de nuestra hija Lorea. 

Siendo sus hermanos: Lorenzo del Moral Santa María, nacido también en Soncillo el 1 de noviembre de  1865, se casó en Santurtzi el 27 de noviembre de 1890 con Francisca Larena Urioste, nacida en Santurtzi el 30 de noviembre de 1867. Francisca era hija de Dionisio Larena Hurtado y de Manuela Urioste Sierra. Siendo sus hijos nacidos en Santurtzi, Andresa Genara Moral Larena nacida el 20 de setiembre de 1891, María Luz el 22 de mayo de  1893 y Daniela el 14 de diciembre de 1894. Al menos en Portugalete nacieron; Felipe Moral Larena  el  03 de mayo de 1896, Diego nacido el 06 de enero de 1898 y María Teresa el 22 de octubre de 1899.

Francisca del Moral Santa María, nacida en Soncillo el 13 de marzo de 1877. Casada con Ángel Pereira Fernández, tuvieron los siguientes hijos nacidos en Sestao: Concepción, el 12 de agosto de 1907 y Salvador, el  24 de diciembre de 1911 y en Portugalete: Martín, el  2 de marzo de 1916 y Marcial, el  25 de mayo de 1920. Marcial compartía con mi Aita Patricio aficiones de pesca y de taberna, siendo grandes amigos, o como decía mi aita Patricio, parientes. 

Mi bisabuela María Nieves Santa Cruz Picó, nace en Guriezo-Cantabria el 14 de diciembre de 1859 y falleció en Santurtzi 26 de octubre del año 1938. Sus padres fueron Manuel Santa Cruz Larena y Carmen Picó Martínez, ambos nacidos en Guriezo y unidos en matrimonio en Guriezo el 26 de febrero del año 1859. Sus hermanos todos nacidos en Guriezo fueron:

Javiera Ruperta, nacida el 09 de octubre de  1861, y que el 25 de octubre del   año 1879, y  se casó con José Landera González natural de Santurtzi, nacido el año 11 d emarzo de 1854 y que era hijo de Pablo Landera Orube y de Feliciana González Chavarri. Tuvieron al menos estos hijos nacidos en Santurtzi: María Jesús Hermenegilda nacida el 16 de abril de 1881, Pedro el  30 de junio de 1882, Patricio el 21 de setiembre de 1884, Manuel el 10 de junio de 1887, Juan Bautista 18 de setiembre de 1889, Julio el  26 de abril de 1891, Petra el  03 de agosto de 1893, Pablo 24 de julio de 1896, Elvira el  02 de marzo de 1899 y Aureliano el 29 de noviembre de 1900.

Manuel Santa Cruz Picó nacido en el año 1862, y María Concepción nacida en el año 1864 y fallecida dos años después.

María Nieves y Patricio, se casaron en Guriezo el 13 de febrero del año 1882 y muy pronto pasaron a vivir en la calle de nombre Mamariga de Santurtzi. Siendo sus hijos todos nacidos en Santurtzi:

                                                            Navarrilla, foto alrededor de 1915

Mi abuela María Soledad Moral Santa Cruz nace en Santurtzi el 31 de diciembre de 1882 y fallece en Portugalete el 07 de marzo de 1944, y sus hermanos todos nacidos en Santurtzi: Ramón Felipe el 16 de febrero de 1898, Cecilio el 23 de noviembre de 1900, Pedro el 21 de julio de 1903 y Florentina el 10 de noviembre de 1905. 

Según datos del padrón de Santurtzi del año 1887, para ese año María Nieves y su hermana Ruperta llevaban residiendo en el pueblo 15 años. Lorenzo y Patricio sin embargo llevaban únicamente siete años residiendo en Santurtzi, por lo tanto, resulta curioso que mientras Ruperta y Lorenzo se casaran en Santurtzi, María Nieves y Patricio eligieran Guriezo como lugar del matrimonio.

El motivo por el cual se conociera a Patricio como “Navarro” y a sus hijos y descendientes en Santurtzi y Portugalete como “Los Navarrillos” no deja de ser curioso, y que la suerte, esa aliada de los aprendices de investigadores, me acercó a esa fortuna.

Revisando diversos documentos en forma de pleitos en los que estaba involucrado mi bisabuelo Patricio, aparece uno en el que hace referencia de su procedencia de Peralta (Navarra). Aclarando que, si bien Patricio nació en Soncillo, tal y como tengo comprobado, su alusión en Mamariga de que su procedencia era de Peralta dio lugar a este bendito error, del que “Los Navarrillos” estamos tan orgullosos que se nos conozca y reconozca como tales. Y tal y como nos lo donaron nuestros padres y abuelos, nosotros se lo donamos a nuestros hijos y nietos

PLEITO; Robo de Cuatro pares de calcetines: Don Ramón Martínez Conde, Comendador de la Real y distinguida orden española de Carlos Tercero y Escribano de Cámara en la audiencia de este distrito. 

Certifico: que en la causa remitida en consulta por el juez de primera instancia de Bilbao formada contra Martín Santiago Sola y otro sobre hurto de cuatro pares de calcetines, se ha dado por la Sala la sentencia siguiente:

En la ciudad de Burgos a veinticinco de junio de mil ochocientos ochenta y uno en la causa sobre hurto de cuatro pares de calcetines que procedente del juzgado de primera instancia de Bilbao ante Nos pende en consulta entre partes de la una el ministerio Fiscal y de la otra Martín Santiago Sola Calleja, natural de Logroño, vecino de Bilbao de veinte y dos años, soltero, jornalero con instrucción de buena conducta y Patricio Moral Santa María, hijo de Felipe y María natural de Peralta provincia de Navarra, vecino de Bilbao de veinte años de edad, soltero, jornalero que sabe leer y escribir, de buena conducta ambos y sin antecedentes penales…

Fallamos que debemos confirmar y confirmamos la sentencia a la pena de dos meses y un día de arresto mayor a cada uno con la accesoria de suspensión de todo cargo y del derecho de sufragio durante el tiempo de la condena y al pago de las costas por iguales partes, aprobando su insolvencia y declarándoles con opción a los beneficios del Real Decreto el nueve de octubre de mil ochocientos cincuenta y tres…AHFB, JCR 4405/009

                                           Navarrilla y su hijo  Antonio, preparando el palangre

Una vez comunicada en el caso de mi Bisabuelo Patricio al ayuntamiento de Peralta la sentencia para su conocimiento en el hecho del sufragio, se remite la contestación al juzgado de Bilbao que el condenado Patricio Moral Santa María, no es nacido en esa población y si lo fue como residente.

PLEITO; junio 1882, El teniente comandante de marina de esta Provincia comunica al Gobierno de Vizcaya, Orden Público que” El Ayudante de Marina de la 3ª sección de esta ría con fecha de hoy me dice lo siguiente; “ Como a la una de la tarde de este día se ha promovido una reyerta entre el aljibero Hermenegildo Aguirre y un marinero de la lancha práctico de nombre Patricio Moral, y como quiera que este último sea de la procedencia dudosa y haya hecho armas con una navaja abierta contra el primero lo pongo a disposición de la Autoridad…… 3 de Junio 1882. 

En declaraciones posteriores de mi bisabuelo Patricio, manifiesta que:

Ante el juez municipal en funciones primera instancia de este partido hizo comparecer a su presencia a Patricio Moral Santa María de altura regular, color moreno sin barba, ojos castaños oscuros, casado con María Nieves, jornalero de veinte y dos años de edad, hijo d Felipe y María, natural de Soncillo y vecino de Santurce, a quien se le instruyó de la obligación de decir la verdad y de las penas que la Ley señala al delito de falso testimonio, y previo juramento que prestó por Dios examinado convenientemente a tenor del hecho que motiva estas diligencias dijo :

“que sobre la una de la tarde del día tres del actual encontrándose el que declara en la ría de Bilbao a Portugalete en la lancha de pertenecía a Timoteo Castillo frente a la de los Ibarras y a unos tres metros del muelle camino a las Arenas en compañía de un tal Eugenio y otro que es conocido por Carilla? vecinos de Santurce y cuyos apellidos recuerda, un sujeto de estatura bastante regular, moreno de treinta y cinco años de edad que estaba en un aljibe d llevar agua a los vapores se dirigió al Eugenio diciéndole que quitara de aquel lugar la lancha y le contestó que hiciera el favor de esperar un momento y replicando el sujeto que no esperaba y de consiguiente sino se marchaban saltaría a la lancha y la rompería.

El declarante le manifestó el motivo que tenía para ello por lo cual el sujeto cuyo nombre ignora volvió a replicarle que no esperaba y que si saltaba a la lancha le lanzaba al declarante al agua, y sin más pasando el sujeto a la lancha en que estaba le pegó al declarante cuatro o cinco bofetadas tirándole al suelo y luego se marchó el sujeto.

Preguntado si amenazó con una navaja de resorte la cual se pone en este acto de manifiesto y que de ser la misma depositada en poder del secretario y remitida por el Sr Gobernador Civil, doy fe dijo: que no es cierto le haya amenazado al sujeto que se indica y menos con navaja alguna puesto que el que declara no ha usado en su vida arma de esa especie. Que lo declarado es la verdad y leída que le han sido está en ella se firmó y ratificó. Patricio Moral. AHFB, JCR 1576/014

PLEITO; 05/07/1883. Por último lugar, en el pleito de menor cuantía celebrado en el año 1883 en el juzgado de primera Instancia de Bilbao, promovido por José López Ortiz, vecino de Bilbao, contra José Antonio de Larrabeiti Gorrondona, vecino de Bilbao, como contratista de las fuentes del concejo de Santurtzi, sobre la paga de mil cincuenta y nueve pesetas y veinticinco céntimos procedente de la subcontrata de las obras de tubería, aparece como perito para realizar la medición de la tubería y capataz de la obra, mi bisabuelo Patricio Moral, entonces vecino de Santurtzi. AHFB, JCR 1674/014

De Patricio Moral Santa María, además de los diversos censos consultados hay constancia escrita de su presencia en el barrio de Mamariga en Santurtzi, cuando a cuenta de una inspección por una epidemia de cólera desatada en el año 1885, se le pide que” limpie el portal y se le indica: que al este tiene los escusados al aire libre, sin cloacas”.

                                 León Aureliano, patrón Virgen de la Guía, 1926

María Soledad la “Navarrilla”, era la viva imagen de la tradición marinera y pescadora de Portugalete. Con su pañuelo a la cabeza, su delantal de dril y descalza como todas las sardineras, alquilaba los tinacos donde lavaba la pesca y después la salaba y vendía. Fueron propietarios de varias lanchas de pesca con sus respectivos aparejos, que fueron requisados en su totalidad con la entrada de los Nacionales en Portugalete en la guerra civil. Todavía en casa se conserva el catalejo que usaba por aquel entonces en sus faenas, y un aparejo suyo para pescar jibiones.

María Soledad, en esta época como sardinera, vivía en el Muelle Viejo de Portugalete, en la calle Manuel Calvo Nº 15, lugar donde nacieron sus hijos; Antonio Roque en 1907, Patricio en 1909, Nieves 1911, fallecida a los pocos días de nacer, Laura en 1913, María en 1915, Aurelio en 1920 y Miguel en 1922. Tanto mi abuela como mi abuelo León Aureliano habían accedido a esta vivienda en régimen de alquiler en el año 1905, fecha que coincide con su llegada a Portugalete desde el vecino pueblo de Santurtzi.

La Navarrilla y su familia, por su destacada participación la Revolución de octubre de 1934 se vieron obligados a abandonar la vivienda del Muelle Viejo. Anteriormente, a raíz del asesinato de José Luis Garaizabal el 16 de julio de 1934, su hijo Antonio Roque, fue uno de los detenidos por la guardia civil. El trato que recibieron en la detención tanto él como sus compañeros, y la afiliación política de la familia fueron causa en el devenir futuro.

En esta situación, fueron a vivir en el año 1935 a los mal acondicionados restos de la que fuera una de fortificación de defensa liberal en las guerras carlista, conocido como Fuerte San Roque, o como también se le conocería, Abisinia.

                                           Mis tíos,  Miguelín, Clemente y María

En el Fuerte, sus habitáculos se acondicionaron como viviendas, y sus destinatarios eran aquellos vecinos y transeúntes que carecían de ella. En esta época compartieron miserias y pesares con Florencio Villar “Negus” e Isabel Hormilla, y tantas familias más que de tal manera quedó reflejado en el periódico Euskadi Roja del 4 de abril de 1936.

En otras habitaciones, de aspecto tanto o más miserable, viven Escola, Bernarda de los Santos, Barril, Gregoria, “la Navarrilla” y muchos más. Por debajo del tabal entra el viento con furor. Esto está lleno de ratas, de enormes proporciones. . . Parecen gatos por su tamaño. Al hijo de Barril le ha mordido en una mano una de estas ratas.

Suele haber a veces prosigue numerosos enfermos, muchos de ellos de enfermedades contagiosas. En la actualidad hay algunos tuberculosos, que padecen accesos y vómitos de sangre. Tampoco los retretes tienen agua. . .

He aquí lo que hemos escuchado y presenciado. Más de 27 familias, unas 150 personas, viven hacinadas como bestias en inmundas pocilgas infectadas y malolientes, en el fuerte de San Roque, conocido por Abisinia. Carecen de los más elemental: de agua. Hay goteras los días lluviosos, penetra el viento por todas partes; los olores son insoportables, abundan los piojos y enormes ratas hambrientas, que clavan sus repugnantes colmillos en las carnes famélicas y doloridas de estas pobres gentes. . . Hay enfermos de tuberculosis que sufren vómitos de sangre. . .”

Con la amenaza de la entrada en Portugalete de las fuerzas golpistas, la familia se divide, unos se dirigen al frente de Asturias y la Navarrilla acompañada de su hija María, se refugian entonces en Guriezo, en casa de su madre y abuela, María Nieves Santa Cruz. Ellas, junto con otros portugalujos, evacuaron el pueblo por miedo a los bombardeos que tuvieron lugar, previos a la ocupación de la Villa, en el mes de junio de 1937.

                                                 Mi tío Antonio

Contaba María, cómo los nacionales la cogieron presa junto a su madre sin ningún motivo y las despojaron de sus pertenencias, a ella, la primera copa que ganó a los doce años como nadadora, doliéndole profundamente que la desposeyeran de su primer tesoro.

No olvida cómo tuvo que trabajar para ellos, limpiando, guisando en el convento requisado a las Hermanas Clarisa y convertido en prisión. Y evoca el recuerdo de una imagen que había en la capilla que servía de cierre a un pasadizo secreto, algo que entonces le impresionó.

Sería en una fecha señalada cuando la dejaron libre: el día de Navidad precisamente, y desde allí durante cuatro horas anduvo con paso ligero y espíritu libre hasta llegar de nuevo a Portugalete…

No tuvo la misma suerte su madre María Soledad del Moral Santa Cruz la Navarrilla, porque en un juicio militar celebrado en octubre de 1937, fue condenada acusada por delitos de rebelión a cumplir 6 años de prisión en la cárcel de mujeres de Saturrarán (Motriku) y cuyo ingreso fue llevado a efecto el 3 de marzo de 1938. Anteriormente había pasado por la cárcel de Larrinaga. Esta condena no cumplió en su totalidad, puesto que, gracias a un indulto, regresó a Portugalete en el año 1939.

La Navarrilla, al ingresar con 55 años tuvo el desagradable honor de ser una de las mujeres más veteranas en dicha cárcel, y por su rebeldía ante las monjas, estuvo castigada en infinidad de ocasiones. En su día a la abuela de Eduardo Estancona, Adora la carnicera, la escuché como se refería a ella llamándola, María La Roja.

                                                         Mi tío   Aurelio

Una vez que el ejército franquista entra en Portugalete a mediados de junio de 1937, las familias se dispersan, y no es hasta su regreso a la Villa, alrededor de 1940 cuando cada cual busca nuevas viviendas.

Acabada la guerra civil y desaparecido el fuerte como vivienda, Floren y su familia pasaron a vivir a la calle Víctor Chávarri N.º 5. Allí junto a su vivienda en la plaza del ayuntamiento en uno de los dos quioscos que existieron, el bueno de Florencio “Negus,” vendía golosinas y además nos alegraba con su simpatía.

Mientras esto sucedía, los Navarrillos pasarían a vivir a la calle Abatxolo Nº9. Miguel junto a Aurelio trabajarían como albañiles en la construcción del depósito de aguas, que ocuparía el espacio del antiguo Fuerte. Antonio volvería a Portugalete en junio de 1939, una vez que la guerra le había desplazado a Santander. Patricio y Antonio como siempre, de marineros. Patricio había regresado del campo de prisioneros de Rio Seco en Valladolid y Aurelio del de Santiago de Compostela en Galicia. María Soledad y sus hijas Laura y María, vendiendo pescado.

Patricio, vivía alternando entre la casa de Abatxolo, y otro en la calle Santa María, junto a su mujer Felipa Aguado Bastida, con la que se había casado en 1936, y sus hijos Araceli nacida en 1936, Antonio nacido en Caen-Francia en 1937 y Miguel nacido en 1941. Felipa desgraciadamente fallecería en junio de 1944. En abril había fallecido María Soledad “La Navarrilla”. Araceli muy poco estuvo en esta casa porque tan pronto como nació en Ortuella en mayo de 1936 hasta enero de 1948 que retornó a Portugalete, allí se quedó con sus tíos a su cuidado. Esta será otra historia.

 La Navarrilla, siguió hasta su muerte relacionada con la venta de pesca que mayormente pescaba su hijo Antonio, y ello gracias al bote que compraron y pusieron por nombre” Tres Hermanos”. Mientras su hija Mari triunfaba en las travesías del Abra de 1942 y 1944, o consiguiendo los títulos de campeona vizcaína y vasco-navarra, récord femenino de Bizkaia en 100 m, militando en el Club Deportivo de Bilbao, hasta 1948 en que se fundó la Sociedad Deportiva Náutica de Portugalete.

                                                        Mi abuelo León Aureliano

Mi abuelo León Aureliano Gutiérrez Castillo, (Santurtzi 1881- Portugalete 10 de julio de 1928), y al que en su recuerdo tengo mi nombre, tenía ascendientes de Santurtzi al menos hasta el año 1704. Fue de profesión marino y pescador en el arte del palangre, buen bogador y durante un tiempo patrón de la trainera portugaluja “Virgen de la Guía”. Con esta trainera participó como patrón en las regatas de la Concha del año 1926. En el arte de la pesca del palangre tuvo un gran apoyo en sus hijos Antonio y Miguel, que junto a él también componían la bancada de las traineras en las que bogaban. Sin olvidar a sus otros hijos: Patricio y Aurelio que los acompañaban en las faenas ocasionalmente.

Si pocos son los datos que tengo de mis abuelos, que decir tiene llegar a conocer datos relevantes de sus padres. De mis bisabuelos, algún dato tengo de los paternos, y gracias que al haber nacido los dos en Santurtzi se pueden encontrar datos aislados hurgando en archivos diferentes, ya sea en el ayuntamiento o en la Diputación.

Revisando y consultando datos, con alegría me he encontrado con parientes que no sabíamos que lo éramos, que teníamos ascendientes comunes y bisabuelos hermanos. Que, por lo tanto, aunque somos primos lejanos en la sangre, no lo somos en la amistad que hemos tenido desde niños, y me estoy refiriendo a Eduardo Estancona. Algún día habrá que hablar de Abatxolo, nuestro barrio.

                                                            Palangre

Mi bisabuelo Camilo Antonio Gutiérrez Arana nació en Santurtzi el 19/7/1838, y era hijo de Lorenzo Gutiérrez Bayón y de Micaela Arana Yraola, los dos nacidos en Santurtzi en el año 1808. Era de profesión marino y patrón de uno de los prácticos del puerto de Santurtzi. El 30 de marzo de 1882, junto a Bernardino San Cristóbal intervino en el naufragio sucedido en Zierbana en el que perecieron 14 personas, entre ellos el propio Bernardino.

Camilo Antonio, tuvo seis hermanos: Jesús que nació el 14 de abril de 1831, Evarista Mariana el 19 de agosto de 1833, Gregorio Evaristo el 25 de mayo de 1836, Gregoria Hermenegilda el 13 de abril de 1841, Casemiro Doroteo el 05 de marzo de 1844 y Francisco el 04 de junio de 1847. Todos ellos nacidos en Santurtzi.

Camilo Antonio estuvo casado en primeras nupcias con María Yriarte Urribarri con la que tuvo una hija, Josefa Gutiérrez Yriarte, nacida el 20 d eenero de 1860. Posteriormente se casó el 04 de agosto de 1876 con María Concepción Simona Castillo Ostria, teniendo estos dos hijos, Luis Arturo nacido en Bilbao el 09 de agosto de 1870, y Cándido Castillo Ostria que nació el 04 de octubre de 1871.

De la escasa documentación que he encontrado, figura un documento en el archivo de la Administración Foral de Bizkaia, relativa a la Seguridad Pública, Guerras y Servicio Militar que con fecha del veinte de diciembre de 1866, mi bisabuelo “Camilo Antonio Gutiérrez Arana, con la edad de 28 años, casado, siendo vecino del Concejo de Santurce, marinero al Real servicio de la Armada española, que da y confiere todo su poder cumplido amplio especial y general cual en su derecho se requieren y sea necesario, al señor don Juan Simón de San Pedro, Piloto Mayor de la barra de Bilbao, y vecino de Santurce”.

Mi bisabuela María Concepción Simona Castillo Ostria, nació en Santurtzi el 29 de octubre de 1845. Los padres de María Concepción fueron, Antonio Castillo Escalante y Josefa Antonia Ostria Peña, nacida en Santurtzi en el año 1819. Y sus hermanos fueron, Casto Ramón nacido el 01 de julio de 1841, Raimundo Roque y Pablo  el 26 de enero de 1849, Micaela Escolástica el 29 d esetiembre de 1850, Timoteo el  22 de agosto de 1853 y Teodoro Antonio nacido el 09de noviembre de 1856.

Del matrimonio de Antonio y Concepción nacieron, Alejandra el 03 de mayo de 1873, Juan Jesús el 26de diciembre de 1874, Emilia Francisca nacida el 05 de abril de 1877, Dionisio el 25 de setiembre de 1879, Inés el 22 d eenero de 1883, León Aureliano mi abuelo el 29 de junio de 1881, y Pedro Timoteo que nació el 21 de enero de 1885. Todos ellos nacidos en Santurtzi, en el barrio de Mamariga en la casa número 43.

Una vez huérfanos sus hijos, quedaron bajo la tutela de su hermano mayor Luis Arturo que trabajaba como marinero, salvo mi abuelo León Aureliano que fue recogido en casa de su padrino que llevaba su nombre Aureliano, cuyo nombre llegó a mi tío y padrino y posteriormente a mí mismo.

Corría el año 1889, cuando al morir prematuramente mis bisabuelos, María Concepción en el año 1887 y posteriormente Camilo Antonio dos años después, mi abuelo Aureliano y sus hermanos huérfanos y menores quedaron en manos de familiares. Así que mi abuelo encontró en casa de su padrino Aureliano Gutiérrez Ostria y de su mujer Aniceta María Castillo Trueba, el mejor de los cobijos posible. Sus tíos a falta de hijos fueron capaces de adoptarlo con las mejores garantías de futuro y entre ellas que mejor que darle la posibilidad de estudiar y poder llegar a tener una profesión ligada con el mar, pero sin la relación directa que tanto sufrimiento trajo a la familia, con el cobro de la vida de su aita y de alguno de sus tíos y primos.

Desgraciadamente, Aureliano Gutiérrez Ostria, fallecería con tan solo 38 años a causa de una hemorragia cerebral el 9 de mayo de 1896, y mi abuelo finalmente llevado por las circunstancias, se tuvo que decantar a trabajar en el oficio que sus ascendientes habían desarrollado anteriormente, el ser marino y pescador.

 

Mi abuelo con 8 años tuvo la suerte de recalar en la casa de su padrino y a la vez primo carnal, Aureliano Gutiérrez Ostria, (nacido en Santurtzi el 11 de marzo de 1859 y bautizado como Eulogio Áureo) marinero, armador, lemán y mayordomo que fuera del puerto de Santurtzi. Mi antepasado Aureliano, al menos figura como armador de las traineras de nombre, “Joven Juanito” y “Dos amigos” y de la lancha de practicaje” Joven María”, lancha naufragada en Motrico en diciembre de 1887. Aureliano, era hijo de Tiburcio Gutiérrez Arana, hermano de mi bisabuelo Antonio.

 

Posteriormente a León Aureliano, mi abuelo, le recogería su hermano mayor Luis y Sotera.

La pesca conseguida era vendida por La Navarrilla. Fueron propietarios de varias lanchas de pesca con sus respectivos aparejos. En casa conservamos el catalejo que usaba por aquel entonces en sus faenas, y un aparejo suyo para pescar jibiones. Su padre Camilo Antonio Gutiérrez Arana falleció en un naufragio siendo patrón de pesca.


                                                            Mi aita  Patricio

Mi aita Patricio Gutiérrez del Moral, nació en Portugalete el 31 de agosto de 1909, y como toda su familia fueron siempre adeptos a la República, y en el caso de Patricio, militante del PCE hasta el final de sus días el 26 de marzo de 1991. Durante su singladura política militó en el Socorro Rojo Internacional, SRI, y según nos contó en su día, en varios mítines estuvo con la Pasionaria viajando de Bizkaia a Guipúzcoa, realizando labores de apoyo.

Su infancia como la de sus hermanos trascurrió como la de la mayoría de los residentes del Muelle Viejo, ligada al mar y a la pesca, lugar donde recibieron su licenciatura.

En su profesión de marinero estuvo afiliado a la célula del Partido Comunista de Portugalete y esto le llevó a militar en el Sindicato Federación del Transporte Pesca e Industria Marítima de España- UGT. Esta militancia le llevó durante la guerra civil española a trabajar junto a su hermano Roque Antonio en el bou “Arkale” que realizaba funciones de práctico en la Ría. Este buque fue hundido a mediados del mes de junio del año 1937 en Portugalete, coincidiendo con la entrada de los fascistas en la margen izquierda. A raíz de estos hechos Patricio, se sumó a las milicias que huían hacia Cantabria, siendo detenido posteriormente en Asturias. Hasta su regreso a Portugalete en 1940 permaneció prisionero en el campo de concentración de Rioseco-Valladolid.

Su pronta salida de Valladolid, y con sus antecedentes comunistas parece sospechar que su vecindad con José María de Areilza portugalujo como él, y a la sazón en aquel momento alcalde de Bilbao por las fuerzas nacionales, facilitó su excarcelación y su posterior trabajo como marinero en el Spotting Náutico de las Arenas desde el año 1942. No todos los rojos que una vez acabada la guerra y fueron excarcelados con antecedentes republicanos y desafectos al régimen encontraron trabajo, y mucho menos en el Spotting, lugar que era un símbolo de la burguesía local. 

Posterior a su trabajo en el Náutico, Patricio entró a trabajar como guardia maquinista en la flota de AHV, en el gánguil de nombre Galindo, desde el 2 de abril del 1951 hasta el 9 de junio del 1969, cuando fruto de una reconversión industrial fue jubilado anticipadamente con 60 años, con una mísera pensión y 9 hijos en casa que mantener. De esos días todavía recuerdo como un drama los lloros y lamentos de mi ama ante el futuro que se avecinaba. Su pensión era en aquel entonces de 4.340 pesetas mensuales. Para ayudar al sustento de la casa pronto encontró trabajo en Algorta como marinero de un empresario local. Por ello durante años iba diariamente de Portugalete al puerto de Algorta, conservándose como un roble.

                                                 Patricio,  trabajando en el Ganguil A.H.V.

Su trabajo en AHV no le hizo olvidar su afición y sustento como era la pesca, y así con su bote de remos de nombre” Tres Hermanos”, salía a faenar casi diariamente, no faltando en temporada los buenos jibiones, y demás pesca, cuya mayoría servía para ajustar cuentas con las compras diarias en las tiendas del barrio. La carnicería de Adora, la tienda de Benita, etc. Era gran aficionado a la lectura, periódicos como la Gaceta del Norte y el Hierro no faltaban diariamente en casa, así como tampoco las novelas de vaqueros de Estefanía que cada poco nos mandaba cambiar en el kiosco de la parada del Cristo a la vez que comprábamos un cuarterón de picado para liar cigarros. También era un enamorado de los libros con temática de la II Guerra Mundial. La otra lectura la clandestina siempre la ocultó, y como él decía “la clandestinidad obliga a que ni tu mujer conozca tus actividades”.

De mi aita, a diferencia de mi ama, por ser persona reservada no guardo grandes recuerdos, escasas fueron las conversaciones que mantuve con él, y eso ha dado a lugar el poco conocimiento que tenemos de su vida personal. También es cierto que cuando uno sufre en la vida no necesariamente necesita revivirlo para no sufrir por ello. Parecerá ahora una memez, pero recordar con cierto bienestar el día que aprobé la primaria y me llevaron al circo de la Casilla y luego a comer pollo a la cervecera es de lo poco que puedo recoger del armario de mi memoria. Eso y alguna partida al futbolín que me regalaron por algún cumpleaños. Me acuerdo las noches de comienzos de la década de los ochenta juntos escuchábamos radio Pirenaica, que emitía desde Francia y así poder superar la censura franquista.

                                                   Palangreros, entre ellos mis tíos  Aurelio y Antonio

Patricio, del matrimonio con su primera esposa Felipa Aguado Bastida hija de Julián y María nacida en Ortuella el 20 de agosto de 1911, tuvo tres hijos; Araceli, Antontxu y Miguel.

Joaquina Felipa Aguado Bastida, madre de mis hermanos Araceli, Antontxu y Miguelín, y primera esposa de mi Aita, Patricio Gutiérrez Moral, representa uno de esos casos excepcionales que la guerra desgraciadamente depara, escapar de la guerra embarazada y dar a luz un hijo en la soledad de cientos de kilómetros de su casa, y de su familia.  

En esta situación nace mi hermano Antontxu, en Caen-Bénouville, (Calvados, Francia) en la maternidad de Hombay el 03 de setiembre de 1937, la única compañía familiar, su hija Araceli con 15 meses de edad.


                                            Felipa, primera esposa  de mi aita

 

Joaquina Felipa, nace el 22 de agosto de 1911 y fallece en el hospital civil de Bilbao el 15 de junio de 1944.

                                                          

Su padre, Julián Aguado Galvano, (hijo de Víctor y Anastasia) eran naturales de Aguaviva, (Soria) y su madre, María Santos Bastida González, (hija de Apolinar y Mauricia) lo eran de Foncea (La Rioja). Tanto Víctor como Apolinar eran de profesión jornaleros, y formaban parte de los miles de ellos que abandonaron sus pueblos para formar parte de la gleba que trabajó en las minas vizcaínas.

 

Julián de profesión jornalero de 25 años, y María con 21 años, feligreses de la iglesia de San Félix de Cantalicio, (Ortuella) contrajeron matrimonio el 5 de setiembre de 1914 en la parroquia de San Jorge de Santurce. Cuando se realiza el matrimonio, Felipa contaba con tres años.

 

María Santos Bastida González fallecería en Ortuella el 17 de mayo de 1918, y en aquellos momentos, además de Felipa tenía los siguientes hijos: María Piedad, (Ortuella, 1 de enero de 1915), Emilia Araceli, (Ortuella 26 de febrero de 1917) y Víctor, (Ortuella, 14 de marzo de 1918).

 

El matrimonio de Felipa Aguado Bastida  con Patricio Gutiérrez Moral se celebró por lo civil en Ortuella el 25 de enero de 1936, (cosa normal por otra parte durante el periodo republicano, donde las personas con ideas socialista y comunistas, abandonaron los sacramentos religiosos), pero la situación represiva generada una vez terminada la guerra hacia aquellas familias que no habían colaborado con los ritos de la iglesia, pero, sobre todo, las presiones por parte del cura Angel Chopitea, sacerdote que destacó con el beneplácito de los gobernantes franquistas en la persecución  hacia los perdedores de la guerra 1936/1939, desembocaron en que finalmente oficiaran una boda religiosa en Portugalete el 22 de marzo de 1944.

 

Posteriormente el 16 de octubre de 1948, Patricio, mi Aita, se casaría con mi Ama, Vicenta Martín de Vidales Millas. Otra víctima de la guerra.

 

                                        Aniversario boda, Vicenta y Patricio

En los días de junio de 1937 que la aviación italiana bombardeaba Portugalete, y entre otros hundían la lancha de nombre “Arkale” donde Patricio y su hermano Antonio estaban al servicio del Ejército Vasco, estos hermanos junto a su otro hermano Aureliano, acompañados de Araceli la hija de Patricio y de su mujer Felipa embarazada de 6 meses, emprenden la huida de la Villa embarcando en una pequeña lancha, con la que pueden costear hasta llegar al puerto de Santander. Mientras tanto su hermana menor María, junto a su madre María Soledad “La Navarrilla” encontraban cobijo en las casas de su familia en Guriezo.

 

Aureliano y Antonio, se quedarían en Laredo, donde posteriormente Antonio sería detenido, no así Aureliano, que en una acción a semejanza de las que relata Baroja en el personaje de Avinareta, escaparía de los fascistas huyendo a nado. Patricio una vez que su mujer e hija embarcaron rumbo a Francia, y una vez que los gudaris se rindieron a los hispanos italianos en Santoña, se unió con sus compañeros comunistas en el frente asturiano por la defensa de la República.

 

Una vez en Santander, muchas de estas personas que escaparon de Portugalete y pueblos vecinos, consiguieron embarcarse en el buque inglés de nombre “Sarastone”, que, del puerto de Santander, el 9 de julio de 1937 con 2.500 personas a bordo, se dirige al puerto francés de St. Nazaire. Sus pasajeros a bordo, la mayor parte eran niños de edades comprendidas entre los 5 a 15 años, pudiendo ir acompañados en esta ocasión por familiares.

 

Del puerto de St. Nazaire, fueron trasladados y repartidos por diversas regiones francesas, en concreto a la región de Calvados-Normandía-Francia, donde un Comité de bienvenida les iba repartiendo en el seno de familias adoptivas o en diferentes colonias o refugios en manos del gobierno francés, fueron destinados una centena de personas, entre ellos varios vecinos de Portugalete.

 

Desde comienzos del mes de noviembre de ese mismo año, y a consecuencia de un acuerdo del gobierno francés y los golpistas militares franquistas, infinidad de familias de exiliados serían repatriados a España.


                                           Mis hermanos,  Araceli y Tontxu

 

Felipa Aguado Bastida, lo haría acompañada de sus hijos Araceli Gutiérrez Aguado, y Patricio Antonio Gutiérrez Aguado.

 

 Mi hermano Antontxu nació en Caen, en la maternidad de Hombay Francia el 3 de septiembre del año 1937. Falleció en Gorliz el 22 de agosto del año 2016.

Cuando las fuerzas sublevadas franquistas entraron en Portugalete en junio del 1937, la desbandada de ciudadanos fue total, y si hasta ese momento, el buque “Habana” desde el puerto de Santurtzi, era el medio de sacar niños y mayores fuera de la contienda, con la caída de la marguen izquierda, los nuevos evacuados lo fueron ya a primeros de julio desde el puerto de Santander y posteriormente del puerto del “Musel” Asturias. En el buque de carga inglés “Sarastone”, cargó como tripulante Felipa y en el reparto de las personas que llevaba de carga, 57 correspondieron a la región francesa de Calvados, Caen. En la actualidad no existen papeles de nacimiento de mi hermano puesto que, en la segunda guerra mundial, coincidiendo con el desembarco de Normandía, verano de 1944, Caen fue fuertemente bombardeada por las fuerzas aliadas y entre los edificios desaparecidos figuran la iglesia y el ayuntamiento.

Como curiosidad, hay que indicar que el buque inglés de carga “Sarastone”, tiene un lugar de honor en la historia, y por ello sus restos están considerados como Bien Cultural por la Junta de Andalucía al haber sido hundido en la II guerra Mundial, por un avión alemán en octubre del año 1941 en el puerto de Mazarrón, Huelva

Mientras que la familia estaba desperdigada, la madre en Francia y el padre preso, Araceli Gutiérrez Aguado, nacida en Ortuella el 29 de mayo de 1936, hasta el retorno de su madre y hermano encontró refugio en casa de sus tíos y abuelos, que residían en dicho pueblo minero. Con el retorno a España, y puesto en libertad Patricio, el matrimonio pasó a residir en Portugalete donde tuvieron a su tercer hijo Miguel. A causa de una prolongada enfermedad, Felipa, falleció en el hospital Civil de Bilbao el 15 de junio de 1944, a la edad de 33 años.

Mi hermana Araceli, dedicó su vida al cuidado de sus padres, hermanos y la Familia, y si hubiera un adjetivo para definirla, la Bondad no refleja totalmente su carácter. De su puesto de frutera en la plaza del mercado queda un buen recuerdo en todas aquellas personas que tuvieron el honor de conocerla. Para mí, la considero mi segunda madre. Antes de llevar la frutería en la plaza del mercado, trabajó en la pastelería Mendizábal de la Calle del Medio, a donde yo solía asomarme para que me diera un manolito, un bollo con mantequilla o bien un pastel de arroz. También trabajó con la ama en casa de Pepita.

En la plaza del mercado estuvo hasta que cumplió 60 años, dejando el puesto de frutas por el que toda la familia hemos pasado en algún momento de nuestra vida. Lorea en su tiempo también hizo sus pinitos.  La frutería a mí me sirvió como lugar de formación sociológica, donde primaba la máxima “se tarda un año en conseguir un parroquiano, y un momento para que se vaya”. Martes, jueves y sábados la plaza del mercado de Portugalete se convertía con la llegada de las aldeanas de la margen derecha de la Ría, en un hervidero de personas, hoy ese modelo de actividad económica está totalmente en desuso.  


                                                  Ara, plaza del mercado Portugalete

Ante los bombardeos y entrada de los nacionales en Portugalete en el verano del 37, María Soledad y su hija María evacuaron del pueblo, buscando refugio en Guriezo en casa de los familiares de su madre y abuela, pero poco tardaron los nacionales en apresarlas. María no olvida cómo tuvo que trabajar para ellos, limpiando, guisando en el convento requisado a las Hermanas Clarisa y convertido en prisión, hasta el día de Navidad 24 de diciembre de ese año 1937, y Soledad fue llevada presa a la cárcel de Saturarán. Lequeitio, hasta el año 1939. Allí algunas monjas no se portaron correctamente con mi abuela y por ello mi aita siempre tuvo una mala opinión sobre estas religiosas. Del resto de los hermanos, después de servir en los Batallones de Disciplinario de Soldados Trabajadores un periodo de tres años, en el caso de mi tío Aureliano en Compostela, no tuvieron más roces con la justicia franquista.

La tía María la nadadora o la colchonera, tal y como se la conocía en Santurtzi, vio truncada por la guerra su carrera de nadadora, donde destacó desde muy joven en diversas competiciones y travesías marítimas frecuentes en aquel tiempo, siendo varios años campeona de la renombrada Travesía Abra, años 1942 y 1944. La guerra la impidió participar en el campeonato de España de natación celebrado en Barcelona. Durante muchos años ejerció un oficio hoy ya en desuso pero que entonces muy reconocido: colchonera. Era una escena que llamaba mucho la atención, se exponía la lana al sol para purificarla, para airearla y después con unas varas de avellano la apaleaban hasta dejara suelta y vaporosa, como nueva, posteriormente la introducían en las fundas, cosiendo sus puntos de ajuste hasta dejar un colchón mullido y cómodo, que trasladaban a la casa de los dueños del citado colchón cobrando el precio ajustado. Esta profesión también la ejercería mi madre Vicenta, en mi juventud cuantos colchones no habré vareado con ella. Escucho a mi ama decirme, ¡vamos Aurelito que hoy tenemos faena!, ese día me ganaba un duro y una Fanta, seguro.

Recuerdos muy felices, ahora mismo me veo años atrás y es el presente, estoy en las campas de Repélega, en el lavadero, en el hueco del portal, cualquier lugar es bueno, yo vareo y Ama compone con la aguja y con hilo bala el colchón, lanas de ovejas churras, merinas, todas quedarán igual de esponjosas.  María, ya viuda de Clemente Amo, pasó de vivir en la Viñas   al Asilo de Portugalete, lugar donde falleció el 5 de junio de 2008, contando 92 años, antes le había dado tiempo de enseñar a nadar a varias generaciones de navarrillos.

Después de la guerra, el tío Antonio, soltero, se dedicó toda su vida al palangre, y el tío Miguel también soltero trabajó principalmente en las obras. El tío Miguel, solía vivir en el dique de Portu, en una lancha que le servía también de casa, haciendo con su amigo Nenote sufrir a los chavales que íbamos al dique. Como les recuerdo comiendo mubles y chicharros que asaban en fogatas junto a las vías del tren de la Canilla. También hay que decir que gracias a él y otros portugalujos el 1 de marzo de 1962 se pudo socorrer a los náufragos del bote las Arenas Portugalete que fue hundido por el buque carbonero “Somio”. Tanto Miguel como Patricio fueron muy aficionados al vino y al chiquiteo, tiempos muy duros. Antonio murió en casa de un ataque repentino, pero Miguel murió en lo que pareció un accidente en el dique, aunque en casa siempre hubo la sospecha de que un carabinero tuvo relación con este “accidente”.


                                            Mi tía María, única entre los hombres

El tío Aurelio, mi padrino, murió en Burdeos Francia, lugar al que se desplazó hacia 1962 en busca de trabajo y una nueva vida. En verano solía venir a Bizkaia a casa de unos familiares de su mujer que vivía en Deusto. Estos viajes terminaron el verano que fue quemado el coche de su yerno por tener matrícula francesa. Buen nadador, a mí en particular me enseñó a nadar montándome en su grupa en la playa de Algorta, y una vez ido mar a dentro, soltarme y así tener que hacer la vuelta por mí mismo. Con él recogía mejillones en las rocas de la playa, y algunas veces los empleaba en unas paellas que le salían de cine. Era muy apañado y para su tiempo un avanzado, fregaba lo que manchaba. En Burdeos entre otras actividades mantenía la cría y venta de pájaros en la plaza de la ciudad. Cuando venía a Euskal Herria nos solía regalar jilgueros, verderones, canarios, etc.

La ama Vicenta acogía a todos en casa invitándoles a comer, y salía al paso con este dicho “han venido tantos invitados, y como no teníamos nada en la nevera, hemos tenido que echar mano de los huevos”.  Hoy en día mis hermanos Javi y Tontxu tienen esa misma afición de mantener pájaros en casa. Por cierto, las primeras neveras que conocí en casa funcionaban introduciendo bloques de hielo que había que comprar diariamente.

Mi tío antes de ir a Francia mantenía una huerta junto al depósito de agua de Repélega, en mi infancia allí pasé muchas horas con él. La de tomates que habré podido comer, y el gusto por ellos que aún conservo. Quizás por esto exista un fundamento genético en la afición por la huerta que lleva tu Ama Lorea.

De la tía Laura solo tengo buenos recuerdos, vivía en Bilbao al final de la calle Zabala, y de su marido de apellido Goicoechea, tengo los mismos recuerdos y sentimientos.

                                                              Mi ama Vicenta

Mi ama, Vicenta Martín de Vidales Millas, nació al igual que sus hermanos Sagrario, Natividad y Francisco en el pueblo olivarero de Mora en Toledo, en la calle Borregueras nº23, el 14 de setiembre del 1914, falleciendo en Portugalete el 12 de octubre de 1995. Sus padres se llamaban Francisco Martín de Vidales y García Carretero, jornalero fallecido el 21 de enero del año 1927 a los 40 años y Juana Millas García, nacida el 27 de diciembre del año 1882, y fallecida el 22 de enero de 1971, naturales y fallecidos en Mora.  

Sus abuelos por parte paterna fueron; Juan Martín de Vidales y Segunda García Carretero, y por parte materna; José Millas y Juana García Nieto. Todos nacidos en Mora de Toledo, siendo los dos abuelos de profesión jornaleros.

                                                   Mi abuela Juana en Mora 


 Mi Ama Vicenta, anteriormente de estar casa con mi Aita Patricio, estuvo casada con Amalio Rodríguez Jiménez, hijo de Ascensión y Baldomera, nacido el 11 de julio de 1911 en Mora, Toledo y de profesión Jornalero. La boda se llevó a cabo el 10 de setiembre de 1935, apenas unos días antes de cumplir los 21 años. De este matrimonio tuvieron tres hijas, Ascensión, Vicenta y Carmen.

Amalio debido a sus convicciones republicanas fue fusilado por las fuerzas franquistas en Toledo el 31 de enero de 1941, cuando contaba con 29 años, y después de pasar varios años preso. Mi ama contó en alguna ocasión de como solía estar en una celda literalmente con el agua al cuello. Y de cómo el juez que le juzgó en Mora en sus informes comentaba” que pase la viuda del reo”.

                                               En Toledo Natividad y Vicenta

La vida personal de mi Ama, el rechazo y las vejaciones del pueblo que la vio nacer por ser viuda de militante antifranquista, y el futuro de sus tres hijas, Ascensión, Vicenta y Carmen, la obligó a trasladarse a Bizkaia, donde después de diversos avatares se casó con mi Aita Patricio y lograron formar la Familia que somos en la actualidad.

Mi Familia de Toledo, comparándola con la de Bizkaia es escasa, pero de un corazón enorme. Me siento muy orgulloso de mis raíces toledanas, porque en esta tierra de olivares cada vez que he ido he encontrado el espejo de mi ama, Cariño.

 

Por eso a mi Familia de Pantoja y de Mora les deseo lo mejor de este mundo, y es que además me han enseñado a que mis convicciones sean cada vez mayores en pro de que lo que nos hace a las personas no son las fronteras virtuales entre territorios, sino la conciencia de tener y compartir lo que nos une.

 

Así que mi reivindicación de ser, por tener una madre nacida en Toledo me que educó y me inculcó en unos valores que priman la Solidaridad y la defensa de la Justicia Social.

 

Eran de familia humilde y campesina, conocidos con el apodo de “Los Calaveras” siendo su mayor sustento trabajar en los olivares y campos de los latifundistas, y después, ir de rebusca en rebusca, garbanzos, ajos, cebollas, y así poder tener alimentos. Es de entender que con los aires de la República y la reforma agraria las ideas socialistas calaran profundamente en esa tierra. Por todo ello el pueblo de Mora, (Toledo), tuvo el honor de disponer de dos casinos, uno para los ricos, y otro para el pueblo, y también sufrió una fuerte represión en la guerra civil.

                                                  Amalio, primer esposo de mi ama

Desde la temprana edad de 10 años, estuvo trabajando en una casa en Madrid. Con que gracia nos contaba aquella anécdota del cómo se comportaba su señora y de qué manera la explotaban “hala Vicenta, y ahora para que descanses un poco, vas a arenar las escaleras”

De niño estuve una sola vez en Mora con mi hermana Ascensión, siendo esta la única vez que conocí a mi abuela Juana, pequeña, arrugada con luto riguroso, el abuelo ya había fallecido. Esta fue la primera vez que comí pepino, vi las golondrinas con sus nidos en el patio con pozo de la casa encalada, me llevaron la tienda de “ca Loro” y mantengo gratos recuerdos de ir montado en el burro de mi tío Francisco mientras repartía agua entre los agricultores. Agua recogida en el pozo del manantial que hay a los pies de la ermita de la Antigua. Francisco fue el padre de mi prima Antonia que con tanto cariño nos ha recogido en su casa de Pantoja, al igual que sus hijos, Miguel, Rocío y Belén. Sin olvidar a mi prima Angelines, Pablo y su familia.

Las consecuencias de la guerra la hicieron huir de su tierra natal, acompañando a sus hijas, llegando a Portugalete hacía el año 1945. Ser viuda de un republicano tenía sus peligros y uno de ellos era que las monjas se apropiaban de sus hijos y no quedaba más remedio si no se les quería perder acompañarlos en sus viajes, en el caso de mis hermanas a Bilbao a la Misericordia. Tampoco mi Ama pudo evitar los “paseos” por el pueblo por el simple hecho de ser la mujer de un rojo.

Su vida era insostenible en el pueblo que la vio nacer. Viuda y con tres niñas pequeñas, y ella a su vez expulsada del pueblo durante un periodo mínimo de diez años, aconsejada por familiares que realizaron los trámites oportunos se desplaza a Portugalete, puesto que sus tres hijas nacidas en Mora, Ascensión en 1936, Vicenta en 1939 y Carmen en 1944, fueron ingresadas en la Congregación de las Esclavas del Amor Misericordioso de Sestao.

                                                                Mis tíos Sagrario y Vicente

La Congregación de las Esclavas del Amor Misericordioso, había sido fundada en Madrid por La Madre Esperanza en la Nochebuena del año 1930, y en 1933 ya había una congregación en Santurce y en el año 1935 fundó en Sestao y Bilbao. Esta fundación se distinguirá por su sensibilidad social. La Madre Esperanza ve con claridad la guerra que se avecina. Victimas particulares e inocentes serán los niños que en gran número se verán huérfanos y abandonados, disponiendo las monjas el papel de madres. Disponían sus estatutos expresamente que las hermanas comieran lo mismo que los niños, y solo después que estos hubieran acabado y que por lo menos un 25 por ciento de los internos tuvieran estancia absolutamente gratuita.

Estas serían las buenas voluntades de todas las congregaciones religiosas que acogieron a los niños en la posguerra, pero la realidad total fue bien distinta, tal y como lo relata Almudena Grandes en su libro “Las tres bodas de doña Manolita”

Vicenta, como muchos de los emigrantes con escasos recursos con los que contó Portugalete a partir de la terminación de la guerra, compartió con ellos la práctica habitual de buscar alojamiento en una casa particular que les alojara como pupilos con derecho a cocina. En el caso de mi Ama, su destino la llevó a la calle del Medio, en la casa de Florencio “Negus” e Isabel.

                                                                  Mi hermana Ascensión

Su vida con la familia del “Negus” transcurre hasta el año 1948 que se casa con mi Aita Patricio, pasando entonces a vivir a la casa de Abatxolo. Durante este tiempo su medio de vida y sus ingresos económicas provenían de trabajos del hogar en casas. Con dichos ingresos pagaba el alquiler y lo que le llegaba para ayudar a sus hijas.

El cómo pudo llegar a conocerse Vicenta y Patricio, pudiera ser de la siguiente manera. Las hijas de Vicenta estaban internadas en Sestao en el Amor Misericordioso, Araceli que hasta los 11 años había vivido en Ortuella y que estaba ingresada en el preventorio José Antonio de la sección femenina de Gallarta, es llevada en enero de 1948 al mismo centro sestaotarra, al igual que Purificación la hija de Florencio e Isabel.

Mis hermanas Carmen y Araceli estarían en Sestao hasta cerca del año 1951, sin embargo, mis hermanas Ascensión y Vicenta, antes de ir a vivir a la casa de Abatxolo, estuvieron unos años en la Congregación que las Esclavas del amor Misericordioso tenía en Bilbao.

Esto posibilitó con toda seguridad que las tres familias se conocieran entre sí en las visitas a sus respectivas hijas a Sestao, y que el final fuera el matrimonio de Vicenta y Patricio. Con esta unión, Vicenta recogió entonces el apodo de su suegra María Soledad, y era conocida como Vicenta “La Navarrilla”, apodo a su vez trasmitió a sus hijas e hijos.

                                         los hermanos, falta Ascensión

Mi Ama con tres hijas, mi Aita con tres hijos, y los cinco restantes que tuvieron entre ellos, y que llegamos a este mundo de una manera escalonada, Nieves en 1949, Blanqui en 1951, Javier en 1953, Aurelio en 1955 y Arantza en 1957, formamos una familia en total 11 hermanos. En aquella casa que como me contó mi hermana Carmen, cuando no había agua potable, cosa corriente, había que bajar hasta la fuente de la Canilla, y subir los baldes a casa tapados con hojas de higuera para que no se desparramara el agua. Un millón de anécdotas nos trae esta casa a sus antiguos moradores……

A partir de entonces, la vida laboral de Patricio es como marinero en el Sporting y en AHV. La pesca es un recurso para ayudar la economía familiar de tanta prole.

Mi Ama Vicenta, titular indiscutible y honorífica de todos los calendarios que quieran glosar a la mujer trabajadora, desempeño infinidad de actividades laborales para sacar a sus hijos adelante. Sea este un ejemplo:

En el mismo portal donde compartía vivienda con Isabel y Florencio “Negus” estaba la confitería de Barriocanal, lugar donde se dedicó a realizar tareas de limpieza bajo el auspicio de Aurora. Lo mismo que en el portal que estaba   enfrente del suyo, en la casa de Rosaura, que yo conocí y tengo un recuerdo de ser una mujer buena y cariñosa. Más adelante trabajaría en casa de Pepita, igual de buena persona, con mi Ama se portaron extraordinariamente.

En el centro de la calle del Medio o Víctor Chavarri, la sastrería de Juan de la Fuente. Aquí mi madre trabajaba limpiando y con el tiempo mis hermanas Carmen y Vicenta de costureras, junto a Nieves Larrea, Lauri, Felisita, Ana Mari etc., Buenas trabajadoras, y si no lo fueran, la hija de Franco, Carmen Polo, no hubiera encargado a esta sastrería hacerle un abrigo.

Cuantos retales no habrá recogido, guardados en la faldiquera Vicenta en la sastrería. Con estos después nos haría apaños en la ropa. Arte, ganas y estilo la sobraba para regalar.

Frente a la sastrería, la pastelería de Mendizábal, lugar donde trabajó junto a Araceli. Cada una en sus tareas, bien diferentes, pero oportunas para sacar la casa adelante. ¡Qué buenos estaban los manolitos de mantequilla! Cerca, en el Ojillo, la carnicería de Lucita donde se ganaba el jornal picando cebolla. En ello estaba el día que muy embarazada de mi o de mi hermana Arantza se resbaló y casi nacimos en el intento.

                                                               Abatxolo, calle la Vid

El lavadero era otro de los lugares donde sacaba otro jornal, lavando nuestra ropa y la de aquellos que se lo solicitasen. Lavaba para la familia Ibarmia, para Ramonita, también para Felisa, una familia que vivía al comienzo de las escaleras del tren y otras que no recuerdo su nombre. Ropa blanca que en algunos casos entregaban mis hermanas los domingos por la mañana antes de ir a misa, puesto que la iglesia nos pillaba de camino. En otros casos, el día que lo solicitasen.

El estraperlo y el tren de la Robla en el que viajaba, fueron medios para sacar provecho al excedente de pesca que Aita traía a casa. Ir hasta Valmaseda para traer algo al cambio y engañar a los del fielato, era un arte que manejaba con suma maestría. Sin embargo, las mejores piezas, sobre todo jibiones, eran destinadas a equilibrar la balanza del fiado de las tiendas de comestibles del barrio.

Otra fuente de ingresos fueron los colchones. Si Vicenta era buena en todo lo que hacía, como colchonera no tenía precio. Las campas del lavadero y de Repélega son testigos de ello. Primavera y verano las mejores épocas para la realización de esta actividad. Era ponerte en la campa a varear, y pronto una mujer te preguntaba si se vareaba para casa o para fuera. Si la respuesta era lo segundo en seguida se llegaba al acuerdo del día y precio. Vicenta era tan honrada que jamás por más que quisiera podría llegar a rica con este trabajo. Cuantas vacaciones escolares a partir de cumplir los 15 años, me decía: Aurelito hoy tenemos faena, y una Fanta ese día me llevaba al gaznate.

También estuvo hasta que alcanzó la edad de 65 años, unos quince años trabajando en el bar Paco. Ni de esta actividad, ni de las anteriores le quedó pensión alguna, unas porque ella no se dio de alta y en otras porque no la dieron.

Esto y muchas cosas más fueron posibles a causa de que el destino trajera a mi Ama a Portugalete, viviera en casa de “Negus” pudiera conocer y a mi Aita y yo lo pueda contar, para homenajear a todos y todas que hicieron de su vida un sacrificio por sacar a su prole adelante.


                                                     Vicenta en el centro. Bar Paco

Comienzos muy duros tuvieron que ser para ella vivir en Abatxolo con sus hijos y sus cuñados Antonio y Miguel, y más con este por su carácter tan navarrillo. Anterior de su llegada, y antes del piso de Abatxolo mis tíos tuvieron que vivir en el depósito de aguas, lugar donde se recogieron los perdedores de la guerra y que por causa de los bombardeos u otros motivos se hubieron quedado sin piso.

Vicenta persona trabajadora y de gran corazón, que no estaba reñido con un carácter con el que hacía respetar. De su forma de afrontar la vida, vaya como muestra la anécdota que le sucedió en la casa de Abatxolo. Sucedió que un domingo como era costumbre hizo la colada, y teniendo la ropa colgada, Petri, la vecina del piso de arriba colgó la suya y moja la nuestra. Mi ama enseguida reprendió a Petri, y esta la contestó. “Vicenta los de arriba, siempre joden a los de abajo”. Tuvo que pasar una semana para que se ajustaran las cuentas, Vicenta esperó a que Petri colgara la ropa, y acto seguido ayudándose del recogedor lo llenó de hollín y escarabilla, y lanzándolos al aire puso la ropa de Petri toda negra. Poco tardó Petri en poner el grito en el cielo, pero mi Ama en seguida la calmó o lo contrario, con esta sentencia” Petri, a veces los de abajo también joden a los de arriba”. No pasó la situación a mayores, pero Petri jamás repitió su actitud anterior.

                                                             Mis aitas

Si ibas a casa de visita y les llevabas por ejemplo unas nécoras que tanto les gustaban, seguro que alguna regalaría al siguiente hijo que continuara la visita y así sucesivamente. Persona generosa y desprendida.

El estraperlo fue una actividad importante que en casa llevaron a cabo para poder tener dinero y comida para mantener a su prole. Ella como otras tantas personas, iban hasta Burgos en el tren de la Robla cambiando pescado por dinero o alimentos, intentando burlar a los aduaneros de los fielatos. En una época había que pagar por cada mercancía que pasaba de pueblo a pueblo o de provincia a provincia, y lo que ocultabas era el dinero que te ahorrabas por no pagar.

Tanto a Patri como a Vicenta les gustaba el cine y hubo una temporada que yo recuerde que iban al menos una vez a la semana. Un día nos llevó a Javi y a mí al cine Mar a ver la película Ben Hur, al que cortaba las entradas le dice” voy a sentar a los niños, y salgo. Una vez que nos colocó, se sienta ella también y le dice a una señora que estaba junto a ella” verdad señora que ya que estoy sentada para que me voy a ir” la señora todavía debe de estar alucinando. Tenía salida para todo y para todos.

Muy dada a los refranes y llena de dichos, no había un comentario que no terminara con un refrán o anécdota, hoy es el día que cuando uno de sus hijos relatamos algo de antaño, acabamos la frase diciendo “como decía la ama” De salud delicada, sus vistas a hospitales fueron frecuentes en especial los que le hacían visitar con más frecuencia de las deseadas al de Santa María. La muerte temprana de su hija Ascensión cuando contaba con solo 30 años, el 13 de abril de 1966, fue un dolor que la acompañó toda su vida.

                                                            En el Barrio

Por su forma de ser, siempre fue una persona muy querida y respetada por los vecinos y allegados. Toda su vida la dedicó a la familia, al trabajo en casa, en el Bar Paco, lavando ropa para ajenos, haciendo colchones, peseta a peseta para sacar toda una prole adelante. Se fueron los dos y con ellos los secretos de sus vidas. En especial Vicenta, la Navarrilla, supo trasmitirnos que el Trabajo, el Cariño y la Solidaridad son fundamentales si queremos mejorar esta vida.

Nuestros padres nos enseñaron a ser responsables en el trabajo, solidarios, justos y honrados, conformarnos con lo nuestro y jamás obtener provecho de lo ajeno. No se necesita más para vivir con la cabeza alta. Llevamos con orgullo nuestro carácter tan característico de navarrillos, no carentes de genio, y a la vez apacibles, aparentemente fáciles de convencer, pero manteniéndonos firmes con nuestra máxima, que tendría que ir en oro si tuviéramos escudo de armas” no me des consejos, que se me equivocar yo solo”.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales