MAGDALENO
IBARRONDO LUZAR
IM MEMORIAN
En la sesión del pleno municipal
de Santurce celebrado el 1 de julio de 1932, entre otras cuestiones se acordó
“conceder una pensión vitalicia que ha de abonarse a Martina Lazpita
Ibarrondo viuda de Ibarrondo, mientras conserve su estado de viudez y que sea
de mil ochocientas veinticinco pesetas anuales”, proceso que se había iniciado
en el pleno celebrado el anterior 28 de mayo.
Sin embargo, el 13 de agosto de
1937 el pleno del Ayuntamiento Nacional de Santurce toma la siguiente decisión
“Cesarán de percibir la pensión
que disfrutaban los siguientes señores por ser desafectos al régimen: D. Justo
Bustamante Causo celador de arbitrios y Doña Martina Lazpita, viuda del velador
nocturno Magdaleno Ibarrondo, muerto en circunstancias excepcionales cuando
llevaba año y medio de servicios en el pueblo. Dicho señor era socialista y lo
mismo su citada esposa, por lo que no procede sostener esta carga que el
ayuntamiento rojo separatista echó sobre las arcas municipales sin
justificación y con el fin de favorecer a sus adeptos.”
Decisión que fue ratificada en el
pleno celebrado el 3 de mayo de 1940.
“Vista la instancia que formula
la vecina Doña Martina Lazpita, viuda de Magdaleno Ibarrondo, reclamando la
pensión que la concedió el Ayuntamiento republicano socialista, se acuerda
ratificar la resolución del Ayuntamiento Nacional tomada el 13 de agosto de
1937”.
Sin embargo el pleno celebrado el 19 de octubre de 1955, se toma el acuerdo por unanimidad de : reponer a Doña Martina Lazpita, viuda del Cabo de Veladores Nocturnos, muerto en acto de servicio a la pensión de 1.825 pesetas anuales que venía disfrutando hasta el año 1937, con carácter vitalicio, pagadera por mensualidades recibidas, sin que tenga derecho a los atrasos no percibidos.
Magdaleno Ibarrondo Luzar fue
asesinado en el puerto de Santurtzi el 25 de mayo de 1932. Había sido bautizado
en Gallarta) el 27 de julio de 1886, y el momento de su muerte vivía junto a su
esposa Martina Lazpita Ibarrondo, natural de Berriz y bautizada el 30 de enero
de 1884, y sus hijos Mario y Beatriz en la calle Cabieces, nº1 piso 1º.
Noticia recogida del periódico
“El Liberal” publicado el día 26 de mayo de 1932:
La noche del 25 de mayo,
aproximadamente a las once y media se registró en el muelle de Santurce un
sangriento suceso que ha costado la vida al activo y celoso cabo de la guardia
municipal D. Magdaleno Ibarrondo Luza de cuarenta y seis años, casado y natural
de Gallarta.
He aquí la forma en que se
desarrollaron los hechos y sus antecedentes según referencias de origen
autorizado.
El jefe de la guardia municipal
de Portugalete Sr. Allende avisó ayer tarde por teléfono a su colega de
Santurce que tenía noticia de que por la noche se iba a pegar pasquines en esta
localidad relacionados con la votación del Estatuto vasconavarro. El jefe de
Santurce D. Blas Ciarreta comunicó a su vez con el alcalde D. Anacleto de
Unzueta quien se manifestó que tales carteles estaban autorizados, pero
encargándole tuviese cuidado de no permitir que fuesen colocados en cualquier
lugar, y sobre todo que no se agregaran inscripciones de ninguna clase a mano o
pintura.
Cumpliendo las instrucciones de
la autoridad superior Los Señores Ciarreta e Ibarrondo salieron anoche hacia
las once a efectuar una requisa. Llegados al muelle, junto a la casa de ventas
advirtieron la presencia de dos sujetos al pie de una de las escalerillas
situadas en la parte exterior de dicho muelle, junto a la cual aparecía amarrada
una lancha gasolina. Extrañados los Señores Ciarreta e Ibarrondo de dichos
individuos en aquel lugar y a tal hora, y por la actitud sospechosa en que se
hallaban pues aparentaban examinar atentamente la embarcación, decidieron
espiarles y a cuyo fin se apostaron convenientemente.
Trascurridos algunos minutos los
desconocidos-uno de los cuales portaba un pequeño paquete- abandonaron la
escalerilla y emprendieron la marcha hacia la salida el muelle. En pos de ellos
fueron el jefe y el cabo de la Guardia municipal, quienes, cuando ya se
hallaban a pocos pasos de aquellos les llamaron la atención para que se detuvieran,
a cuya invitación no hicieron caso.
¡Eh, que es a ustedes!, les gritó
Sr Ciarreta.
En aquel momento uno de los
perseguidos se volvió rápidamente empuñando en su mano derecha una pistola con
la que disparó un tiro sobre el cabo Ibarrondo que alcanzado por el proyectil
cayó a tierra. El Sr Ciarreta dijo al agresor. “Ya te he conocido” y a su vez
echo mano de su pistola reglamentaria para repeler la agresión. El criminal
entonces apuntó sobre él y le disparó dos tiros que por fortuna no hicieron
blanco. Acto seguido los dos sujetos emprendieron precipitada fuga por el
relleno en dirección a Portugalete seguidos del Sr. Ciarreta que disparó sobre
ellos hasta agotar el cargador sin lograr alcanzarles.
El Sr. Ciarreta volvió entonces
sobre sus pasos para acudir en socorro de su compañero. Para entonces ya habían
acudido algunos vecinos y marineros de los barcos pesqueros a quienes había
alarmado el ruido de las detonaciones. Entre todos recogieron el cuerpo exánime
del Sr. Ibarrondo donde el médico D. Bruno Alegría procedió a reconocerle y
certificar su defunción. La bala certera habíale atravesado el corazón
ocasionándole la muerte instantánea.
Particularmente me resulta extraño que Blas Ciarreta el Jefe de los Municipales de Santurce, en lugar de socorrer a su compañero, se dedicara sin ningún resultado a perseguir a quien él relata que fueron los atacantes.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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