MUELLE ENTRE SESTAO Y PORTUGALETE AÑO 1854

Si en Sestao entre los años 1847-1848 se realizaron diversas obras de reposición en el muelle conocido como la “Benedicta”, seis años más tarde le llegaría el turno al muelle de Sestao a Portugalete.

Esta es parte de la información encontrada de esta obra en el muelle:

En virtud de lo dispuesto por Real orden de 2 4 de Abril de 1854, esta Dirección general ha señalado el día 20 de Julio próximo venidero a la una de su tarde, para la adjudicación en pública subasta del muelle de Sestao junto a Portugalete, en la ría de Bilbao, debiendo girar la subasta sobre rebaja del presupuesto que asciende a 352,683 reales.

La subasta se celebrará en los términos prevenidos por la instrucción de 18 de Marzo de 1852, en esta corte ante la Dirección general de Obras públicas, situada en el local que ocupa el Ministerio de Fomento, y en Bilbao ante el gobernador de la provincia de Vizcaya, hallándose en am­bos puntos de manifiesto para conocimiento del público el presupuesto, memoria, plano y pliegos de condiciones facultativas y económicas.

Las proposiciones se presentarán en pliegos cerrados, arreglándose exacta ente al adjunto modelo, y la cantidad que ha de consignarse previamente como garantía para tomar parte en esta subasta será de 35.000 reales. en metálico, o acciones de caminos de las emitidas por la Dirección de Obras públicas o en títulos del 3%, debiendo acompañarse a cada pliego el documento que acredite haber realizado el depósito del modo que previene la referida instrucción.

En el caso de que resultasen dos o más proposiciones iguales se celebrará, únicamente entre sus autores una segunda licitación abierta en los términos prescritos por la citada instrucción, debiendo ser la primera postura de 500 reales, quedando las demás a voluntad de los licitadores. Madrid 6 de Junio de 1854. El Director general de Obras públicas, José María de Mora. Gaceta de Madrid, núm. 530, de 14/06/1854.

Antes de ayer, cuando el vapor Maliaño atracaba al muelle de Portugalete para alijar los pasajeros que conducía, reventó un barreno de las canteras que le avecinan, y faltó muy poco para que algunos de los enormes peñascos que por el aire volaron viniesen a caer sobre las cabezas de aquellos. Esta bestial ocurrencia no merece calificarse. La Autoridad local debe velar por las vidas de sus administrados y castigar con dura mano a quienes desatienden sus preceptos. Gaceta de Madrid, núm. 608, de 01/09/1854. Quizás la cantera a la que hace referencia el artículo fuera la de Abatxolo.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales