LAVADEROS DE SANTURTZI
BALLENI, VILLAR.
En el barrio de Kabiezes desde finales del siglo
XIX hasta mediados del siguiente siglo, existieron dos lavaderos, ambos
desaparecidos en su totalidad y del que solo han dejado el recuerdo en aquellas
personas presentes, que en algún momento de su vida hicieron algún uso de
ellos.
Uno se
construyó en la vega del río Balleni, cerca de la zona que se conocía como la Tejera
y el otro en el barrio de El Villar. Aprovechando en ambos casos el caudal de
agua de los ríos de nombre Villar y Balleni.
Ambos lavaderos, Balleni y Villar, fueron
construidos teniendo en cuenta los proyectos realizados en el año 1887 por el
maestro de obras Emilio Otaduy y eran ambos de cielo abierto, un pilón que hacía
las funciones de lavadero. La ejecución de las obras del lavadero de Balleni,
fueron llevadas a cabo por el vecino de Galdames, Angel Reyzabal en el año 1888
y el coste del remate de las obras ascendió a 700 pesetas coste inferior al que
aparece en el proyecto que era de 743,88 pesetas.
Según consta
en AHFB 0039/012, el 3 abril del año 1888, siendo alcalde del pueblo de
Santurtzi, Antonio Alzaga, se sacan a subasta pública la construcción de un
lavadero sobre el río Balleni, las cuales fueron llevadas a cabo por Angel
Rayzabal con las siguientes condiciones facultativas:
“En el río
Balleni se construirá una presa, según se indica en el plano, desde la cual se
construirá un caño que encanalizará las aguas al lavadero. Tanto la presa,
caños y muros del recipiente se construirá con mampostería hidráulica de las
dimensiones señaladas en el plano. La piedra que se emplee será de buen asiento
y dureza no admitiéndose piedra de pequeñas dimensiones.
Se construirá
un caño de desagüe para el lavadero compuesto por muros de mampostería
hidráulica de cincuenta centímetros de grueso ejecutados con buena piedra y
cubierto con chapa de buena calidad. Este caño tendrá treinta centímetros con
veinte de luz.
El
coronamiento del lavadero será de piedra caliza de Ortuella. La piedra estará labrada
a trinchete bien juntada y asentada. El piso exterior rodeando el recipiente se
enlosará con sillería arenisca de Durango. En el fondo del lavadero se pondrá
una capa de hormigón hidráulico de quince centímetros de grueso, y el mortero
hidráulico empleado se compondrá de tres partes de arena de playa mezclada con dos
de cemento de Zumaya.
El Lavadero
tendrá dos desagües un centímetro sobre el borde y otro de limpieza general en
la parte exterior, o sea sobre el suelo de hormigón colocando un tubo de hierro
con su tapa de madera y una cadena en la tapa”.
En las
condiciones facultativas del proyecto se indicaba;” las obras consistirán en la
apertura de zanjas, la construcción de muros de mampostería ordinaría e hidráulica,
así como pilas de ladrillos, la formación de la cubierta del lavadero y la de
un pequeño abrevadero.
La
construcción de la fachada del sur será de mampostería ordinaria con mezcla de
mortero ordinario y una quinta parte de hidráulica, la fábrica del lavadero se
ejecutará con buena piedra de la cantera llamado del “Viudo”. La fachada oeste
se levantará hasta la zapata donde se asiente el tejado y las otras solo tendrán
un pretil de un metro de altura a contar desde el piso del lavadero.
El mortero
ordinario estará compuesto de dos partes de cal común bien gravada y tres de
arena de barra, igual que el hidráulico para la fábrica, sin embargo, para las
zanjas la composición será de dos partes de cal y una de hidráulica.
El tejado
vestirá a cuatro aguas. Para la construcción del abrevadero se tendrá presente
que el depósito del agua será de una profundidad de 0,50 metros, procurando que
el agua caiga directamente del río con la solera de la caída 10 centímetros más
alta que la entrada del agua en el lavadero. Aguas arriba se dejará un rebosadero
para el desagüe al río en las grandes avenidas”.
El presupuesto
de las obras de la reforma del lavadero de Balleni, ascendía a 1.499,40 pesetas
y en el pleno celebrado el 14 de octubre de 1897, presidido por el alcalde Don
Juan Fernández Blanco, se aprobó adjudicar las obras a Pedro Videguren vecino
de Portugalete, puesto que en la subasta pública su propuesta de 1.490 pesetas
era más ventajosa que las presentadas por los señores, Vicente Marín Hernández,
(1.495 pesetas) y Juan Navajas, 1.497 pesetas).
El lavadero
de Villar no fue reformado, puesto que se acordó que con el lavadero cubierto
de Balleni se daba plena satisfacción a todos los vecinos del barrio de Kabiezes.
Agradecer a Fc Javi Pe y a Jon Koldo Fdz García de Iturrospe por la ayuda y la aportación de datos y fotografías para localizar correctamente estos dos lavaderos.
Aurelio
Gutiérrez Martín de Vidales
Hola. Alguien ha puesto el enlace de tu blog en Facebook y tengo que decirte que me encanta... estoy echándole un ojo, lo hará poco a poco, pero me gustan mucho esas recopilaciones de esas pequeñas cosas que vemos todos los días y no le damos importancia. Yo tengo un blog tb, pero dedicado al pueblo de mis padres, Ayoó de Vidriales, en Zamora. Lejos en la distancia, pero cerca en los temas que tratamos. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios.
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