PORTUGALETE
OCTUBRE 1934, GASOLINO “PILI”¿ TILI?
VERDAD,
JUSTICIA , REPARACION
A raíz de las detenciones de la
Revolución de octubre de 1934 en Portugalete, bastantes fueron los vecinos que
escaparon de la Villa por todos los medios a su alcance.
En la madrugada del 7 de octubre
de 1934 en los enfrentamientos entre los revolucionarios y la Guardia Civil en
Portugalete, resultó muerto el brigada Don Gerardo Huici Rodríguez, lo que
desató una ola de detenciones y una posterior Instrucción, causa nº127-8ª pieza, por parte del juez
Instructor, el Comandante de Infantería D. Alfonso Calbacho Petano, instruida
por el delito de rebelión militar y
agresión a la fuerza armada con motivo del movimiento revolucionario de
Portugalete, contra Víctor Vizuete Blancas y 167 personas más.
La sentencia condenó a muerte a
Víctor Vizuete y Pedro Rodríguez, y a la mayoría de los citados en el sumario a
penas de reclusión perpetua a muerte por rebelión militar. Pena de cárcel que
fue amnistiada con la llegada al poder del Frente Popular en febrero del 1936,
y con ella el retorno de los exiliados.
De Portugalete saldrían al exilio
entre otros: Víctor Blanco Guillen, Cándido Busteros Orobengoa, Mario Camardiel
Serrano, Eugenio Cavia Guruceta, Pedro Cirión Martínez, Francisco Corta Tuesta,
Juan Corta Tuesta, Miguel Chamorro Blanco, Toribio Díaz Martínez, Pedro Fuertes
Aparicio, Andrés Gaviña Andraca, Julio Gangoitia Berganza, Enrique Hernaez
Mendizábal, José Lanza Fica, Jesús Elisardo Pérez Olavarría, Angel Quintana
Bañales, Manuel Rigal Orozco, Miguel Sáez Casanova y Lázaro Zubiria Fica.
De cómo escaparon algunos
revolucionarios que mejor que recoger la noticia tal y como la relató
periódico” Euzkadi” el 24 de octubre de 1934.
“Las autoridades de Marina, a raíz de los últimos sucesos, y en virtud
de la declaración del estado de guerra, dispusieron de todas las embarcaciones
de recreo existentes en la costa vasca; esta incautación, entiéndase bien,
quedaba reducida a la obligación de amarrar las embarcaciones y a solicitar por
escrito permiso para hacer uso de ellas y emprender viajes por mar.
Pero
en un corto tiempo a esta parte a los embarcaderos donde asidas a las boyas
flotaban los gasolinos y los botes, se observó la falta de uno de ellos.
¿Qué
había pasado? Rápidamente y previa intervención de la autoridad de la Marina,
aclarose todo: se había realizado una venganza de carácter personal y una
embarcación agujereada y cargada de rocas habíase ido apique.
Las
diligencias realizadas no dieron resultado alguno... Pero allí en le fondo del
embarcadero, prueba irrefutable del hecho cometido, se encontraba un gasolino
cargado de piedras.
La
vigilancia redoblose en el puerto, puesto que los botes y gasolinos habían de
permanecer allí, justo era que estuviesen seguros. Y cuando parecía que esta
seguridad habíase logrado una motora desaparece.
Se
trataba de la motora-gasolino” Tili” propiedad del médico de Portugalete señor
Uriarte, que se encontraba marrada en una pequeña goya en la dársena de
Galdames. A las ocho de la mañana del domingo pasado, en ocasión en que un
pescador fue a recoger su bote, observó que los candados que hasta el día
anterior habían amarrado al “Tili” se encontraban violentados y lanzados sobre
la boya.
Inmediatamente
se dio aviso a la autoridad de Marina, que, percatada de la gravedad de lo
sucedido, lo mismo si se trataba de un gasolino fugado que de una embarcación
hundida, ordenó un recorrido por la costa y ría con objeto de averiguar loa que
hubiera de cierto en la desaparición del gasolino “Tili”.
A
partir de ese momento y esparcida la noticia de la falta del “Tili” por los
pueblos del Abra, comenzó a formarse un rumor que luego, al calor
sensacionalista adquirió gran volumen.
El
“Tili”, había sido aprovechado por el exministro socialista Indalecio Prieto, el
concejal socialista del Ayuntamiento de Bilbao don Fulgencio Mateos, el
exalcalde de Portugalete señor Busteros y algunos más para marchar a Francia
huyendo de la Policía, que les perseguía por el pasado movimiento
revolucionario.
Los
demás detalles, nacidos al capricho de este o de aquel afirmaban la realidad de
la noticia. Anteayer, lunes, por la tarde, supose más. Que de Biarritz habían
cursado los fugitivos- deciase que
Prieto- un telegrama al señor Uriarte, dándole cuenta de que habían llegado con
bien a aquel puerto de la costa vasca y que le rogaban les manifestase como
podían devolverle la embarcación y como podían sufragarle los gastos que en le
forzado viaje que habían realizado le pudiera ocasionar.
La
noticia de la remisión del telegrama era cierta. Entonces ¿el viaje del “Tili”
confirmaba la huida del líder socialista?
Los
pasados sucesos revolucionarios tuvieron en Portugalete, el pueblo costeño
vizcaíno alguna importancia: incendiaronse varias fincas y fue muerto un
guardia civil.
La
policía, en relación con estos sucesos, practicó casi un centenar de
detenciones; pero afirmabase que entre los detenidos no se encontraban los
verdaderos promotores de los sucesos de Portugalete, habían significados
extremistas que permanecían ocultos para la Policía.
Esta
ocultación no podía prolongarse mucho tiempo, porque significaba un gran
peligro. Había que decidirse, y se decidieron. En la madrugada del domingo,
cuando los vaporcitos de pesca salían a la mar, el “Tili” rotos sus candados y
puesto su motor en marcha, enfiló el horizonte dispuesto a ganar la altura del
Matxitxako para llegar a salvo hasta la costa allende el Bidasoa.
No
iban en él ni Prieto, ni Mateos, ni Busteros. Iban conocidos extremistas
Gaviña, Cavia, Cirión, Berriz y Llano, alguno de ellos botero, alguno sin
oficio y todos, según informes, gente peligrosa.”
Después este viaje, y gracias a
la ayuda del Socorro Rojo y del Comité de Ayuda, Teodoro Llano, Víctor Blanco y
Andrés Gaviña, llegarían a la URSS, desde donde regresarían en olor de
multitudes a España en el año 1936.
Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales
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