domingo, 13 de octubre de 2024

 NAUFRAGIO CACHEMARÍN “DRIES AURELIES” Enero 1860



Expediente promovido por K. Okkes, capitán del cachemarín "Drie Aurelies", sobre reconocimiento y tasación de dicho buque. José Smith, vecino y del comercio de Bilbao, como apoderado de los armadores, se une a la petición.

Se informa que dicha embarcación, con carga de tablas para Antonio de Larraiz, vecino y del comercio de dicha villa, naufragó al entrar en la barra de Portugalete. Se nombra traductor a Carlos Boman.

Incluye un inventario de los efectos del cachemarín Drie Aurelies, hecho por Julián de Unzueta, en Bilbao, el catorce de febrero de 1860.
Traslado de la protesta de mar hecha por K. Okkes, en Portugalete, el veintitrés de enero de 1860. Traslado hecho a petición del capitán, en Portugalete, el veintiséis de enero de 1860, ante José Benito de Zaballa.

Crónica del naufragio del cachemarín holandés capitaneado por K. Okkes “Drie Aurelies", la noche del 22 al 23 de enero de 1860 en la barra de Portugalete: En la villa de Portugalete siendo las cuatro de la tarde del día veinte y tres de enero de mil ochocientos sesenta, ante mi el escribano notario de los Reinos públicos del número de ella y secretario de sus ayuntamientos se presenta el que dijo llamarse K. Okkes capitán del cachemarín holandés Drie Aurelies y bajo juramento espontáneo que hizo por medio de un intérprete dijo que salió de Santoña el día veinte del corriente con su barco acondicionado y con la tripulación correspondiente con tabla para Bilbao.



Que al siguiente día saliendo por la mañana recibió el práctico frente de Castro y que al mediodía del día veinte y dos por mucha mar no pudo conseguir la entrada en la barra. Que vieron la señal del Piloto Mayor de que no podían entrar, y era imposible volver atrás por la mucha mar y el poco viento, y observaron que el barco arribaba mucho a la costa del empuje de la mucha mar. Que a eso de las tres de la tarde dejó caer las dos anclas con diez y seis brazas de agua, con un ancla con setenta y cinco brazas de cadena y la otra con noventa. Que preparaban con todo el aparejo arreglado por ver si podían montar las puntas así que lo permitiera el tiempo y a las diez horas de la noche salió un viento favorable que duró unos veinte minutos.

Que enseguida se presentó un huracán de viento por el noroeste, y del barco comenzaron a faltar las partes del molinete. Que visto que les había faltado el molinete hicieron firme al palo trinquete con una de las cadenas, fallando una de ellas. En vista de esto se trató de largar la otra cadena y venir en demanda al puerto.

Se consultó con el práctico para entrar en la barra y a las once y media quedó varado el buque en la barra y perdieron el timón y que a fuerza de golpes de mar pasó la barra el buque que venía con la proa para el oeste, y el viento le llevó todo el velamen. Que hasta las cinco de la mañana venía el barco en protesta, una, dos y tres veces y además en derecho necesario contra el mar, el viento y sus accidentes.

Que después de veinte y cuatro horas de protestar los que dijeron ser individuos de la tripulación del buque y habiéndoles explicado lo relatado por el capitán abandonaron el buque.

Aurelio Gutiérrez Martín de Vidales

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